Atesorando Sabiduría - La fortuna de escuchar a DiosMuestra

Verdad

En esta brillante combinación de salmos de alabanza, se nos presenta un llamado universal a alabar el nombre de Jehová. El Salmo 113 nos invita a alabar a un Dios que es exaltado sobre todas las naciones, tan alto que tiene que “humillarse” para mirar los cielos y la tierra. Y ¿qué ve cuando mira hacia abajo? Al pobre y al menesteroso, a quienes levanta del polvo, y a la mujer estéril, a quien le da un hogar. El Salmo 117, el más corto de todos, hace eco de este llamado, invitando a “todas las naciones” y “todos los pueblos” a alabarle por una razón: Su inmenso amor y su fidelidad eterna.

Equipamiento

Estos salmos nos enseñan a desarrollar un corazón de adoración. La virtud clave es reconocer que la grandeza de Dios trasciende fronteras y circunstancias, y que la alabanza auténtica nace de una vida que experimenta su fidelidad y misericordia. Nos invita a cultivar gratitud y humildad, conscientes de que todos dependemos de su favor.

Al corazón

¿Mi adoración se limita a lo personal o reconoce la obra de Dios en toda la creación y entre todas las naciones?

¿Vivo con gratitud diaria por la fidelidad y misericordia de Dios en mi vida?

Misión

Hoy dedica un tiempo para alabar a Dios de manera consciente, recordando su fidelidad y misericordia. Luego, busca compartir un mensaje de esperanza y bendición con alguien cercano o incluso fuera de tu círculo habitual, animándolo a reconocer y adorar al Señor, por su fidelidad y misericordia.