Atesorando Sabiduría - La fortuna de escuchar a DiosMuestra

Verdad

Esta pareja de salmos de alabanza celebra el carácter de nuestro Rey. El Salmo 98 es un “cántico nuevo” que celebra a Jehová como un Guerrero victorioso que ha hecho maravillas y ha manifestado su salvación a las naciones. Llama a toda la creación a unirse a esta aclamación gozosa. El Salmo 99 se enfoca en la santidad del Rey. Aunque es un Rey temible que se sienta sobre querubines, también es un Rey que ama la justicia, que respondía a Moisés y a Aarón, y que es perdonador. El estribillo es claro: “Exaltad a Jehová nuestro Dios… porque él es santo”.

Equipamiento

Estos salmos nos equipan para adorar a Dios tanto por su poder victorioso como por su santidad íntima. Nos forman para celebrar sus grandes victorias en la historia de la redención con un gozo estruendoso. Al mismo tiempo, nos enseñan a acercarnos a Él con reverencia y a postrarnos ante su santidad, reconociendo que, aunque es exaltado, es un Dios que escucha y perdona.

Al corazón

¿Mi adoración a Dios incluye tanto la celebración gozosa de su victoria como la reverencia humilde ante su santidad?

¿La santidad de Dios me inspira a buscar la santidad en mi propia vida, o es un concepto que me parece distante?

Misión

Hoy, tu misión es exaltar al Rey Santo. Primero, aclama su victoria: recuerda la victoria de Cristo en la cruz y la resurrección, y dale gracias. Segundo, póstrate ante su santidad: confiesa cualquier pecado en tu vida y recibe su perdón, reconociendo que es un Dios santo que te llama a la santidad.