Lo Que Solo Mi Dios Puede HacerMuestra

"No es mío para cargar"

Quiero felicitarte por este paso de fe. Has hecho lo que solo los valientes hacen.

Debo advertirte: se sentirá extraño no llevar ese peso que cargaste por tanto tiempo. Incluso puede que te sorprenda lo “vacío” que parece el no vivir con aquello que, de alguna manera, se volvió parte de ti. Pero no te dejes engañar: el enemigo querrá convencerte de volver atrás, pero recuerda que el diablo siempre ha sido padre de mentira.

Has tomado la mejor decisión, no solo para ti, sino también para las generaciones que vendrán. Lo que hoy sueltas, ya no lo tendrán que cargar tus hijos ni los hijos de tus hijos. ¡Rompiste un ciclo! Y eso es un regalo poderoso. Tal vez no tengas hijos, o no planees tenerlos, pero aun así tú mereces ser libre hoy. Cristo te llamó a vivir en abundancia.

Guarda esta verdad en tu corazón:“No es mío para cargar.”
La carga es de Dios, no tuya.

Yo misma experimenté lo que significa soltar de verdad. Al principio parecía demasiado bueno para ser cierto… tanta paz, tanta libertad. Me preguntaba: ¿es posible vivir así? Y sí, ¡sí es posible! Porque así es Dios, y así son Sus promesas.

Ahora, cuando lleguen nuevas dificultades, ya sabes qué hacer: entrégaselas a Él antes de que se conviertan en cargas. Camina siempre con Cristo, cuya carga es ligera.

Ríndete una y otra vez a Sus pies… ahí está tu verdadera libertad.

Oración
Señor, creo que Tú anhelas siempre lo mejor para mí. Ayúdame a vivir en constante rendición delante de Ti, sin volver atrás. No quiero seguir cargando más el peso que ya solté ni vivir sin esperanza. Quiero permanecer anclado en Tu verdad, esa que me llena de paz y me hace verdaderamente libre. Gracias porque ya venciste al enemigo que intenta arrebatarme la victoria que Tú me has entregado. Esa victoria es mía, y daré testimonio de ella a mis futuras generaciones.

Amén.