Pasos para transformar tu vidaMuestra

Celebra la incompetencia personal
Vivimos en una cultura que premia la autosuficiencia, el esfuerzo personal y la apariencia de control. Desde pequeños se nos enseña que debemos ser fuertes, capaces y exitosos, y que mostrar fragilidad es signo de debilidad. Sin embargo, el evangelio nos presenta una verdad totalmente opuesta: nuestra incompetencia personal no es un obstáculo para Dios, sino el terreno fértil donde su gracia florece.
Admitir que no podemos no es un fracaso, es un acto de sinceridad. Pablo lo entendió cuando rogó tres veces que se le quitara el aguijón en la carne y Dios le respondió: «Bástate mi gracia». La respuesta divina no fue la eliminación de su problema, sino la revelación de que su poder se perfecciona en medio de la debilidad.
Celebrar la incompetencia significa dejar de fingir que tenemos todo bajo control y aprender a descansar en la suficiencia de Cristo. Significa reconocer que no somos Dios, que no tenemos la última palabra y que no podemos sostener nuestra vida por nosotros mismos. Este reconocimiento nos libera de la carga imposible de querer controlarlo todo.
Cuando tratamos de ocultar nuestra fragilidad, nos desgastamos y terminamos en desesperanza. Pero cuando la presentamos delante de Dios, experimentamos libertad. Nuestra debilidad se convierte en un recordatorio constante de que dependemos de un Padre bueno que nunca nos falla.
La incompetencia celebrada nos conecta también con otros. Nos recuerda que no estamos solos, que todos compartimos la misma fragilidad humana. Es en la confesión mutua y en la vulnerabilidad compartida donde se construye una comunidad auténtica. La iglesia se convierte entonces en un hospital para heridos, no en un escaparate de perfección.
Hoy Dios te invita a soltar la máscara de autosuficiencia, a reconocer con humildad que no puedes con todo y a descubrir que no necesitas poder con todo, porque Él puede y quiere sostenerte. Celebra tu incompetencia: es la puerta hacia la verdadera fortaleza que solo Dios puede dar.
Oración:
Señor, gracias porque no me pides ser perfecto, sino dependiente. Hoy celebro mi debilidad, porque en ella tu poder se perfecciona. ¡Amén!
Escrituras
Acerca de este Plan

En este devocional de 5 días encontrarás un camino de esperanza para cuando sientas que no puedes más. Cada reflexión te recordará que no estás solo, que tu debilidad no te define y que Dios tiene el poder de transformar tu vida si decides confiar en Él paso a paso.
More
Nos gustaría agradecer a Editorial Unilit por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.editorialunilit.com
Planes relacionados

El Príncipe Sin Nombre

Adviento: "La Anunciación" (2)

El Tesoro De La Sabiduría

El Espíritu Santo Y Su Identidad

Primeros Pasos: Relación Con Dios.

Lamento Con Propósito: Aprendiendo De Jeremías

Dios en Nosotros; Expresar a Jesús, Escuchar Al Espíritu Y Mostrar La Gloria Del Padre

Viviendo en Babilonia

Pasión
