Estudiemos El Libro De JonásMuestra

Día 4: La voluntad de Dios se cumple
«Y Jonás se levantó y fue a Nínive conforme a la palabra del Señor» (Jonás 3:3 NBLA).
Al final, lo que Dios dice eso se hace. Jonás nos recuerda a nuestro amado Cristo, Él vino a predicar salvación por medio de Él a todos los necesitados, a todos los enfermos de corazón y a quienes lo buscaban.
¿Cuál fue el resultado de la obediencia de Jonás en predicar la Palabra de Dios?
El avivamiento de la ciudad. Jonás predicó el juicio de Dios: «Dentro de cuatro días Nínive será arrasada» (v.4). Durante tres días, no solo una vez, sino durante tres días, Jonás debía repetir la misma advertencia, una y otra vez, a estos habitantes. El texto dice que ellos escucharon porque proclamaron ayuno y se vistieron de cilicio en señal de arrepentimiento, tanto los hombres como los animales.
Y nota lo que dicen: «Quizá Dios se vuelva, se arrepienta, y aparte el ardor de Su ira, y no perezcamos» (v.9). Estos ninivitas respondieron por fe, sabían que Dios no era su Dios, así que su humildad en decir «Quizá». ¿Qué tenían para ofrecer al Señor? Nada. Solo su arrepentimiento. Al igual que nosotros. Solo podemos reconocer nuestra maldad y arrepentirnos, no solo el día que venimos a Jesús, sino todos los días; es un estilo de vida.
Arrepentirse es cambiar completamente el rumbo de nuestros caminos, es una transformación a partir de recibir un nuevo corazón. No hay corazones remendados que nosotros arreglamos, Dios nos da un corazón nuevo, porque solo Él puede hacerlo cuando confiamos completamente en la justicia de Cristo.
¿De qué debes arrepentirte hoy? ¿En qué has desobedecido a Dios? ¿Qué ídolo u otro dios te está gobernando para desviarte de los caminos de Dios? Puede ser una relación que no te conviene, puede ser encontrar refugio en la comida o en la bebida, puede ser el orgullo, puede ser la envidia y la amargura que tienen aprisionado tu corazón. Lo que sea, tráelo a los pies de la cruz. Cristo te perdona cuando te arrepientes de todo corazón.
Los planes de Dios no pueden ser frustrados por el hombre; al final, la salvación es del Señor. La misericordia que reciben los que son salvados de la ira de Dios, es la misma para todos. ¡Dios es justo y fiel! Ningún ser humano ha cumplido la ley perfectamente, por eso Cristo lo hizo en nuestro lugar para que no tengamos que vivir haciendo obras para apaciguar la ira de Dios o ganarnos Su favor. ¡Ya Cristo lo hizo por nosotros! La bendita misericordia y gracia de Dios es igualmente gratuita para todos, y por eso, proclamemos su evangelio sin temor, y recordemos el evangelio a nuestras almas para vivir en libertad.
Lee Romanos 5:20-21: «La ley se introdujo para que abundara la transgresión, pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia, para que así como el pecado reinó en la muerte, así también la gracia reine por medio de la justicia para vida eterna, mediante Jesucristo nuestro Señor» (NBLA).
Oremos: Señor, gracias por tu amor, gracias por tu salvación, gracias porque reconozco que Tus planes son mejores que los míos, y Tú eres todo lo que necesito. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan

Este devocional te invita a presentarte delante de Dios para conocerlo en Su Palabra. A través de un breve estudio del libro de Jonás, aprende a leer la Biblia, a identificarte con el autor y a encontrarte con Cristo, de manera que tu corazón atesore más a tu Salvador.
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Nos gustaría agradecer a Susana De Cano por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/susanadecano
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