Salmo 91: Protección Sobrenatural En Tiempos De AnsiedadMuestra

DESCANSANDO EN SU FIDELIDAD

La vida del cristiano nunca es una sencilla. Enfrentamos, si cabe, mayor oposición y dificultad que cualquier otra persona alejada de Dios porque, al fin y al cabo, ¿qué sentido tiene disparar a un pato muerto? En todo caso, lo que parece cabal es apuntar al que está vivo, y esa es justo la estrategia del mal en nuestras vidas, porque es lo más cerca que puede apuntar a Cristo mismo: disparar a Su cuerpo, que es la iglesia.

Sin embargo, en la dificultad decidimos acogernos de quien nos libra, el Señor mismo, y descansamos en su fidelidad, incluso sin saber cómo terminará nuestra batalla, pero desde la convicción de que la guerra está ganada, y el enemigo será aplastado. No solo aplastaremos, en un sentido último, al león y a la víbora, pase lo que pase aquí. Hollaremos fieras y serpientes, y principalmente la serpiente antigua, Satanás, será vencida para siempre.

No podemos enfrentar con propiedad el aquí y el ahora sin mirar el allí y el entonces. Como aquellos que estaban ante el horno de fuego, sin “triunfalismos” y sabiendo que aquí podemos ser destruidos, pero con convicción a la vez, podemos mirar a la adversidad de frente y recordarnos que no tiene la última palabra.

Solo tenemos que mirar a la cruz y a la tumba vacía para recordarnos que Dios no miente. Escuchó nuestro clamor y decidió descender encarnado, para experimentar todo lo que nos hace humanos y, con todo, terminar con el reinado de la muerte, del pecado y de Satanás mismo, que está vencido.

Tenemos en el Cristo resucitado las primicias de lo que nos espera en Él, sea cual sea la vivencia aquí, y por eso, en base a su fidelidad y el descanso que encontramos en ella, podemos vivir vidas de gozo a pesar de las adversidades.

El gozo en el cristiano no significa dar saltitos de alegría a la pata coja, como si estuviéramos desconectados de la realidad. Lo que implica es que, sea cual sea la circunstancia, con nuestra vida escondida en Cristo siempre tenemos algo que celebrar.

Él fue dejado y abandonado en la cruz para que tú y yo nunca tengamos que caminar solos. Él asegura nuestra vida, es compañía en la angustia a través de Su Espíritu, y fuente de satisfacción impensable en medio de circunstancias de angustia.

“En ti descanso, Jesús”. Eso queremos decirle y decirnos en los peores momentos.

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