De Orilla a Orilla: Un Viaje a La ReconciliaciónMuestra

Día 5: Reconciliación: Cruza el puente
Pasaje clave:Mateo 5:23-24; 2 Corintios 5:18-19
Construir un puente lleva tiempo: se necesitan cimientos firmes, un buen estudio del terreno, materiales resistentes y quitar obstáculos. Pero la meta no es solo ver la estructura terminada, sino cruzarla. De nada serviría tener un puente perfecto si nadie se atreve a caminar sobre él. La reconciliación es ese paso final: el acto valiente de encontrarse con el otro en medio del camino.
Jesús lo dijo muy claro en el sermón del monte. Dijo que, si alguien se acerca al altar para ofrecer su ofrenda y recuerda que tiene un conflicto con su hermano, debe primero dejar la ofrenda y reconciliarse (Mateo 5:23-24). En otras palabras, nuestra relación con los demás está profundamente conectada con nuestra relación con Dios. No podemos separar el amor al Padre del amor a los hermanos.
Pablo también lo afirma en 2 Corintios 5:18-19: Dios, que nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo, nos dio el ministerio de la reconciliación. Esto significa que no solo recibimos el regalo de estar en paz con Él, sino que también somos enviados como agentes de paz en nuestras relaciones. La reconciliación no es solo una meta personal; es una misión espiritual.
Pero dar ese paso no siempre es fácil. Cruzar el puente implica vulnerabilidad: abrirnos al riesgo de no ser bien recibidos, de que el otro no esté listo, o incluso de que la herida siga fresca. Aun así, la reconciliación comienza con un primer paso, no con garantías. Así como Cristo vino a nosotros cuando aún éramos enemigos (Romanos 5:10), somos llamados a dar el paso con fe, confiando en que Dios honra la obediencia.
La reconciliación no siempre se traduce en restaurar la relación al mismo nivel de antes. Puede que la confianza tome tiempo en reconstruirse, o que algunas dinámicas cambien. Pero lo esencial es que la hostilidad cese y que el amor de Cristo gobierne la relación. En ocasiones, la reconciliación plena puede no ser posible por la respuesta del otro, pero eso no significa que no demos el paso. Lo que está en nuestras manos es caminar hacia el encuentro, no forzar el resultado.
Imagina ese momento en el que finalmente atraviesas el puente. Cada paso representa humildad, escucha, verdad y perdón puestos en práctica. Al llegar a la mitad, no solo te encuentras con la otra persona, sino que experimentas el gozo de vivir como hijo de Dios, pacificador y embajador de la gracia. Esa es la victoria del evangelio en nuestras relaciones.
Hoy, el Señor te invita a dar ese paso. Puede ser un mensaje, una llamada, una conversación sincera o un gesto sencillo. No importa si parece pequeño: es el inicio de un camino hacia la sanidad y la unidad.
Reflexiona:
¿Hay un puente que necesito cruzar hoy? ¿Estoy dispuesto a ser el primer pacificador?
Practica:
Da el primer paso hacia la reconciliación. Haz contacto con esa persona, aunque solo sea un gesto de paz o un saludo.
Acerca de este Plan

Las relaciones pueden convertirse en caminos difíciles de cruzar cuando surgen heridas y conflictos. Sin embargo, Dios nos llama a ser constructores de paz y embajadores de Su gracia. Este devocional de cinco días te guiará paso a paso, de orilla a orilla, para edificar puentes de humildad, escucha, verdad, perdón y reconciliación. Más que restaurar vínculos, es un camino hacia un corazón transformado por Cristo.
More
Nos gustaría agradecer a Denisse Esparza por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/deniiesp
Planes relacionados

Viviendo en Babilonia

La Sabiduría en La Respuesta

¿Jesús? ¡No, Gracias! (¿O Quizás Sí?)

Primeros Pasos: Relación Con Dios.

La Mente: ¿Aliada O Enemiga?

Aun en el dolor, nunca dejes de adorar

El Pelo Vuelve a Crecer - La Historia No Conocida De Sansón

Hay Propósito en tu Prueba

Yo Me Cuido: La Importancia De Tener Buenos Vínculos
