Mi Tesoro Está en El Cielo: Duelo Por La Ausencia en Compañía De DiosMuestra

Día 5: Nuestra naturaleza humana

Aunque conocemos al Señor y vivimos en Él, seguimos siendo humanos; tenemos días buenos y otros no tan buenos, pero lo más importante, días en los que podemos estar seguros del amparo y el abrigo de Dios.

Nuestro Señor Jesús es fiel a Su amor y a Su palabra, Él es nuestro ejemplo de vida, podemos ver cómo en el Getsemaní estuvo triste hasta la muerte, dijo a Sus discípulos que le apoyaran en oración, incluso le pidió al Padre el poder pasar ese sufrimiento y se sujetó a la voluntad de Dios. Nuestro Señor estaba pasando por tanto dolor que un ángel se le apareció para fortalecerlo (Lucas 22:39-46).

Dios entiende nuestro dolor, Él nos permite llevar el luto y nos acompaña en cada momento del duelo; podemos extrañar, llorar, recordar, soñar, sentir… Dios no nos pone límites o restricciones, tampoco nos presiona con tiempos, Él solo espera que sigamos confiando en Sus promesas, y que, en cada momento difícil, traigamos a nuestra mente Su palabra, Su verdad. “Él respondió y dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4).

Oración:

Amado Dios Todopoderoso, me sujeto a tu Soberanía, a tu Voluntad. Te doy gracias por entender mi dolor, ser mi refugio, mi fortaleza, mi lugar seguro, mi verdadera paz. Te amo con todo mi corazón, ¡no me abandones!

Lectura: Mateo 11:25-30; Mateo 7:24-29, Apocalipsis 21: 3-4; 1 Pedro 1:6-7.