Día 5 – Vivir con propósito eterno

Versículo principal:

“(...) Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí" (Gálatas 2:20 NVI).

Reflexión:

Todo lo que hemos hablado esta semana, tal como escuchar a Dios, rendir nuestro corazón, ordenar nuestras prioridades, obedecer sin tener todas las respuestas, nos lleva a este punto: vivir una vida con propósito eterno.

No estamos en este mundo solo para estudiar, trabajar, viajar, casarnos o alcanzar nuestras propias metas. Todo eso puede ser parte del camino, pero no es el centro. Fuimos creados para algo mucho más grande: reflejar a Jesús, llevar Su luz, y ser parte activa de Su Reino en la tierra.

Cuando entendemos esto, dejamos de vivir solo por lo inmediato o temporario. Ya no se trata de “lo que quiero” sino de “lo que Él quiere”. No porque perdamos nuestra identidad, sino porque al rendirla, en realidad, la encontramos. Vivir para Cristo no es una cárcel, sino que es libertad, es plenitud. Es el propósito verdadero.

El propósito eterno no es algo que empiece cuando mueras. Comienza ahora, con las decisiones que tomas hoy, con la manera en que tratas a otros, con lo que haces cuando nadie te ve, con cómo usas tus dones y tu tiempo.

Tu historia importa. Tus heridas, tus luchas, tus victorias… todo puede ser usado para Su gloria. No hay nada más emocionante que saber que tu vida no es un accidente, sino parte de un plan eterno.

Y eso comienza con una decisión: dejar que Cristo viva en ti y a través de ti.

Preguntas para reflexionar:

• ¿Estás viviendo con un propósito que va más allá de ti?
• ¿Qué cambios podrías hacer para alinear más tu vida con el llamado de Dios?

Acción práctica:

Escribe una breve oración entregando tu vida a Dios y a Su propósito. Dile que quieres que Cristo viva en ti y que deseas ser parte de lo que Él está haciendo en el mundo. Guarda esa oración y vuelve a leerla cada vez que sientas que perdiste el rumbo.

¿Quieres ir un poco más profundo?

Esperamos que este devocional de 5 días haya sido de ánimo y renovación para tu corazón.

Si fuiste bendecido, te invitamos a escuchar el episodio completo de nuestro podcast De Eso Se Trata, donde seguimos conversando de manera auténtica sobre la fe y la vida real.

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