Lamento Con Propósito: Aprendiendo De JeremíasMuestra

Dios usa las aflicciones para enseñarnos a depender de Él, mostrarnos nuestro pecado, moldear nuestro carácter, fortalecer nuestra fe y ejercitarnos para la piedad.

Jeremías sabía que su sufrimiento venía de parte del Señor porque entendía que nada ocurre en este mundo sin que sea ordenado por Él. Así como Dios escoge qué bendiciones darnos, también lo hace cuidadosamente con las aflicciones que permite.

Pero a nosotros nos cuesta comprender cómo un Dios que nos ama permite que «cosas malas nos sucedan». Por eso, muchas veces lo que brota de nuestro corazón son quejas y cuestionamientos hacia el Señor, ya que ponemos en duda su amor y nos llenamos de descontento. Recuerda que la Palabra dice que pecamos cuando nos quejamos, cuestionando su bondad y reclamándole por negarnos algún bien, además esto sucede porque estamos expresando que, a nuestro parecer, Dios se ha equivocado al permitir esa aflicción.

No obstante, su Palabra dice que todo obra para nuestro bien, siempre y sin excepción (Romanos 8:28). Aunque a veces no vemos qué bien nos pueden traer las aflicciones, es importante recordar que nuestro mayor bien es Cristo, como dijo el salmista: «“Tú eres mi Señor; Ningún bien tengo fuera de Ti”.» (Sal 16:2). Así que si una prueba nos motiva a acercarnos más a Dios, entonces, es buena para nosotros.

Además, Dios usa las aflicciones para enseñarnos a depender de Él, mostrarnos nuestro pecado, moldear nuestro carácter, fortalecer nuestra fe y ejercitarnos para la piedad. De esta manera cumple su propósito en nosotros: hacernos más como Cristo (Romanos 8:29).

Entonces, dejemos la queja y los cuestionamientos que nos alejan del Señor. Más bien, lamentémonos más por nuestro pecado, presentémonos delante del Señor con humildad, aceptando su voluntad, reconociendo sus misericordias y dándole gracias porque Él se encargará de que cada aflicción, por muy dura que sea, resulte para nuestro bien.

• Aprende: ¿Por qué la queja es una ofensa ante Dios? ¿Cómo podemos contrarrestarla?
• Vive: Haz una lista específica de los bienes que puedes obtener por medio de tu aflicción actual.
• Lidera: Conversa con una persona sobre la situación difícil que está enfrentando y reflexiona junto con ella cómo Dios la puede estar usando para su bien.

Oración
Señor, sé que todo lo que sucede en mi vida lo has dispuesto para bien. Perdóname porque de mi corazón han brotado quejas que cuestionan tu amor por mí. Dame fe para ver tus bondades. Ayúdame a depender más de ti en esta prueba y a amarte a tal punto que pueda entender que no hay para mí bien fuera de ti. Amén.

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