Una Fe Que Produce VidaMuestra

Fe que produce vida

Cuando nos remitimos a las Escrituras, encontramos que "la fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve" (Hebreos 11:1 La Biblia de las Américas).

Es indudable la paz que genera el leer o escuchar este versículo; definitivamente, la Palabra de Dios nos imparte la esperanza que necesitamos y que podemos tener segura a través de Jesucristo. No obstante, puede suceder que al leer o escuchar este versículo se pase por alto la profundidad de su significado y se corra el riesgo de asumir la fe como normalmente el mundo la interpreta, como un amuleto que está disponible para complacer y hacer realidad los deseos y caprichos de su corazón; omitiendo al protagonista de la fe, las obras que conllevan la divina providencia que obtenemos en su Nombre, Cristo Jesús, y el propósito de la fe que hemos recibido en Él.

Me explico mejor, el positivismo que ha cobrado tanto protagonismo en el mundo e incluso en la misma iglesia de Cristo, debido al desconocimiento en relación a la fe que hemos recibido por gracia en su Santo Nombre, ha llevado a algunas personas a fantasear una fe que debe suplir y proveer a su antojo cuanto anhelan y desean; considerando la fe de una manera errónea, como el medio que de una u otra forma complacerá sus expectativas y sus caprichos. De ahí, la cantidad de enseñanzas equivocadas, alineadas a declaraciones positivas a las que les dan "poder" por la fuerza y la supuesta convicción con que son proclamadas para ver hechos realidad sus deseos; trayendo como resultado final la frustración, debido a que su fe se encuentra cimentada en una base carente de firmeza, verdad y Poder Divino; es decir, resulta ser una fe que está cimentada en los deseos y anhelos del corazón, una fe religiosa, moral e intelectual sustentada en la propia fuerza del hombre y no en la voluntad de Dios que es Cristo Jesús.

Este plan, nos llevará a profundizar en la fe que produce vida en nosotros, en la fe que nos hace permanecer firmes en el Nombre de Jesucristo, en Quien Es Él y en lo que hizo por nosotros; entendiendo que no vivimos por fe en su Nombre porque vayamos a obtener lo que nosotros queremos, sino que, el vivir por fe en Él, nos cimenta en el conocimiento de su Nombre y de nuestro Padre, en su voluntad y en las profecías que han de cumplirse para su gloria.

Profundizar cada día en el conocimiento de Dios y de su Hijo Jesús, en lo que quiere que tengamos certeza de recibir y en afirmarnos con convicción en lo que nos permite creer, es el camino de la fe que nos da vida, que nos ayuda a permanecer con firmeza en su Palabra; inamovibles a pesar de las pruebas y los procesos que como hijos de Dios debemos enfrentar, para que se cumpla en nosotros su voluntad.