Una Fe Que Produce VidaMuestra

Vivir por fe en Jesucristo

El hombre puede manifestar la fe de diferentes maneras. Hay personas que ejercen una fe intelectual que de acuerdo a diferentes condiciones y parámetros filosóficos, religiosos y legalistas, les puede dar un resultado favorable según sus expectativas, creyendo que están en bendición por ver cumplidos sus deseos, cuando quizá es la maldición que precisamente los está arrastrando hacia la destrucción. Podemos notar cómo algunas personas tienen fe en sí mismas, en otras personas, en animales, en imágenes artesanales, en la naturaleza, etc. como dice la Palabra de Dios, en lo creado por Él, más no en el Creador. "Cambiaron la verdad acerca de Dios por una mentira. Y así rindieron culto y sirvieron a las cosas que Dios creó, pero no al Creador, ¡quien es digno de eterna alabanza! Amén" (Romanos 1:25 Nueva Traducción Viviente).

No podemos olvidar que Satanás es un mentiroso y engañador. Una de sus estrategias principales es usar el ego del hombre, sus necesidades y deseos; además, de la religión y el legalismo, para intentar perpetuar su muerte espiritual. El mantener al hombre en oscuridad, desenfocado y apartado de Jesucristo, alejado del camino que lo lleva a Dios, es un deleite para él; si lo logra, no solo logra llevar a destrucción al hombre manteniéndolo alejado de Dios, sino que también logra cautivar adoradores y servidores para sí, para el reino de las tinieblas.

Mientras el hombre pueda mantener su mirada lejos de Jesús, a Satanás no le interesa en qué o en quién quiera poner su fe; el caso es que no conozca a Jesucristo, al Señor, que no confíe en su Nombre, en Quien Es Él. Confiar en sí mismo, en otra persona o en cualquier otra cosa, será para el hombre maldición, perdición y muerte, lo que Satanás desea insaciablemente para la humanidad.

El enemigo ejerce un poder engañoso que aparta a las personas de Jesús, del camino de la verdad que lleva al Padre. El enemigo tiene poder para satisfacer los deseos pecaminosos y egoístas del hombre; de tal forma que al otorgarlos, su autoridad sobre él, lo pueda mantener en pecado, maldición y oscuridad, apartado del Señor.

Tener fe en lo que sea, no en Jesucristo, es lo mismo que confiar en Satanás; es darle a él, autoridad y dominio. Es lo mismo que vivir en delitos y pecados, en desobediencia a Dios; es lo mismo, que pertenecerle a Satanás. Ejercer una fe por sí sola, en lo que sea, no en Jesucristo, es tener fe en el mundo; es lo mismo que ser liderado por su príncipe, Satanás, quien cautiva los corazones para que hagan lo que él quiere y se nieguen a obedecer a Dios. Tener cualquier tipo de fe, en cualquier cosa, es vivir en tinieblas; es caminar hacia la muerte, hacia la destrucción. Pero tener fe en Jesucristo, nos da salvación, esperanza y vida eterna. La fe en Jesucristo nos lleva a matar el pecado, a morir y ser regenerados por el Espíritu, conforme a la abundante vida que hallamos en su Nombre.

La fe en Jesús produce vida. Vivir por fe en Él, nos alinea a la vida de santidad y justicia que Dios quiere que vivamos en su Nombre.

Debemos tener siempre presente la obra Redentora que hizo Jesús por nosotros; por Él, fuimos adoptados como hijos de Dios y como hijos de Dios es como debemos vivir, según la nueva vida que recibimos en Cristo Jesús. Esta es la fe que hemos recibido, la fe nos da vida en el Nombre de Jesús.