Líderes ImperfectosMuestra

DÍA 5 – ELÍAS
Elías, uno de los profetas más poderosos de Israel, vio milagros, confrontó reyes y falsos profetas, y proclamó la verdad con valentía. Pero incluso él tuvo momentos de miedo y desánimo, cuando su liderazgo parecía tambalear.
Después de la victoria sobrenatural sobre los profetas de Baal en el monte Carmelo, Elías huye al desierto. Agotado, temeroso, convencido de que todo estaba perdido, se esconde en una cueva, cuestionando si su ministerio todavía tiene sentido.
¡Qué pendiente tan resbaladiza! Del monte al desierto. Del culto ungido a la soledad. Del campamento glorioso a replantearse dudas existenciales.
¿Te pasó?
En ese momento, Dios le hace la pregunta que más nos cuesta escuchar:
“¿Qué haces acá, Elías?” (1 Reyes 19:9 NTV)
Tan simple, pero tan profunda.
Podemos imaginar a Dios diciéndole: “¿Cómo llegaste hasta aquí?” o “¿Qué hiciste para hundirte tanto?”
Dios le pregunta esto a un profeta que había visto milagros, enfrentado a falsos profetas y proclamado la verdad con valentía. Es un recordatorio brutal: incluso los líderes más ungidos pueden tambalear, pero Dios sigue señalando dónde deberían estar. No se trata de reprender por los logros, sino de confrontar el lugar donde su corazón y liderazgo se habían detenido.
Querido líder, ¿te has encontrado alguna vez queriendo esconderte, desconectarte de tu llamado o bajar los brazos por cansancio, frustración o críticas?
La historia de Elías nos recuerda que el desánimo no anula nuestro llamado, pero sí nos desafía a renovar nuestra visión, fortaleza y compromiso.
Y aquí viene lo más poderoso: Dios no lo deja en la cueva.
En 1 Reyes 19:11, Dios le dice a Elías: Sal afuera y ponte en el monte delante del Señor.
No es casualidad que Dios lo saque de la cueva y lo regrese al monte, al lugar de su propósito y misión. Su liderazgo no terminó por un momento de debilidad; Dios lo levantó y lo preparó para seguir avanzando.
Hoy Dios te dice lo mismo:
¡Sal de la cueva! Deja de esconderte en la excusa, en el miedo, en el fracaso… y sal a mi encuentro!
Que este llamado te desafíe a levantarte, renovar tu pasión y volver al lugar donde tu liderazgo y ministerio pueden impactar vidas para Dios.
Oremos juntos:
Señor, no quiero esconderme ni dejar que el desánimo apague el fuego que pusiste en mí.
Ayúdame a mantenerme firme en mi llamado, confiando en ti incluso cuando estoy cansado o frustrado. Te pido que reenfoques mi visión, que reenfoques mi norte si he estado desviando mi rumbo. Renueva mi pasión y mi compromiso, y enséñame a liderar a mis jóvenes con fe, valentía y perseverancia. En el nombre de Jesús, amén.
Ahora es tu turno: aplica estas lecciones y deja que Dios transforme tu ministerio desde el corazón, ¡incluso en los momentos más difíciles!
Dios te bendiga.
José Conde Kowal-.
Acerca de este Plan

Todos fallamos, incluso los líderes más ungidos. A veces el cansancio, el miedo o la frustración nos frenan. Este devocional de 5 días te desafía a enfrentar tus errores no forzados, encender de nuevo tu pasión y responder al llamado de Dios.
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Nos gustaría agradecer a José Conde Kowal por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/joseckow