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Líderes Imperfectos

DÍA 4 DE 5

DÍA 4 – SAÚL

Saúl fue el primer rey de Israel, un hombre elegido por Dios y lleno de potencial. Tenía todo para liderar con éxito: respaldo del pueblo, un llamado divino y una posición estratégica. Pero aun así, cometió errores que le costaron caro. Su mayor problema no fue la falta de talento, sino desobedecer a Dios por orgullo o por querer controlar la situación.

Un ejemplo claro está en 1 Samuel 15:9 (NTV):

“Pero Saúl y el pueblo perdonaron a lo mejor de los animales y del ganado, lo bueno y lo malo, y se los guardaron".

Dios le había dado instrucciones claras: destruir todo lo que pertenecía al anatema. Saúl, confiando en su propio criterio, decide “guardar lo bueno” y no obedecer completamente. Es un clásico error no forzado: no hubo crisis imposible, no lo presionaron desde afuera… simplemente eligió hacer lo que parecía correcto según él.

Otro momento lo vemos en 1 Samuel 13:13-14 (NTV):

“Saúl dijo a Samuel: ‘He pecado, porque transgredí la orden del Señor…’ Samuel respondió: ‘Tú has hecho mal; no has guardado el mandamiento del Señor".

Aquí vemos cómo la impaciencia y el temor al juicio humano lo llevan a actuar sin esperar la dirección de Dios. Su liderazgo queda marcado por decisiones tomadas más desde la emoción o la conveniencia que desde la obediencia.

Querido líder, ¿no te pasa que a veces en tu ministerio haces lo que “parece correcto” y no lo que Dios ordenó? No se trata de ser perfecto, sino de mantener la obediencia, la humildad y la sensibilidad al Espíritu. Los errores no forzados muchas veces surgen de la tentación de controlar, de querer microgestionar, o de la falta de paciencia.

Saúl nos enseña que el liderazgo no se sostiene solo con carisma, estrategia o logros visibles; se sostiene con obediencia y carácter, incluso cuando nadie mira. Dios sigue apostando por ti, pero cada decisión equivocada tomada por conveniencia o orgullo puede costarte mucho más de lo que piensas.

Hoy, haz una pausa y pregúntate: ¿hay áreas en tu liderazgo donde elegiste hacer las cosas “a tu manera” en vez de seguir la guía de Dios? Pídele claridad y humildad para no repetir el error de Saúl.

Oración

Señor, no quiero liderar con orgullo ni con impaciencia. Ayúdame a obedecerte en lo que me pides, aunque sea incómodo o requiera esperar. Forma en mí un corazón sensible y humilde, y enséñame a liderar a mis jóvenes con fidelidad, sin depender de lo que “parece correcto” según mi criterio. En el nombre de Jesús, amén.

Sigamos aprendiendo juntos. ¡Te veo mañana en el último día!

Acerca de este Plan

Líderes Imperfectos

Todos fallamos, incluso los líderes más ungidos. A veces el cansancio, el miedo o la frustración nos frenan. Este devocional de 5 días te desafía a enfrentar tus errores no forzados, encender de nuevo tu pasión y responder al llamado de Dios.

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Nos gustaría agradecer a José Conde Kowal por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/joseckow