Líderes ImperfectosMuestra

DÍA 3 – ELÍ

Elí fue un sacerdote y juez de Israel, un hombre que había servido fielmente a Dios y guiado al pueblo por años. Pero su liderazgo también tuvo errores que le costaron caro. Sus hijos, Hofní y Finees, servían en el tabernáculo, pero eran corruptos y abusaban de su posición. Robaban del sacrificio y faltaban al respeto al pueblo.

Elí sabía lo que pasaba y los reprendió, pero no puso límites firmes ni tomó medidas decisivas para corregirlos. Su permisividad con sus hijos terminó afectando todo su ministerio y la relación de Israel con Dios. Su error no fue por falta de conocimiento ni de capacidad, sino por no actuar a tiempo frente a lo que sabía que estaba mal.

Querido líder, ¿no te pasa que a veces en tu ministerio permites actitudes incorrectas por comodidad, miedo al conflicto o por no querer quedar mal? Puedes ser un gran guía, lleno de pasión y visión, pero si no marcas límites, el ministerio se resiente. No se trata de ser autoritario, sino de liderar con responsabilidad y discernimiento, aun cuando duela tomar decisiones difíciles.

El liderazgo no es solo estrategia ni carisma; se sostiene en el carácter, en la valentía de actuar a tiempo y en la obediencia a Dios, aun cuando sea incómodo. Los errores no forzados muchas veces vienen de la inacción frente a lo que sabes que está mal.

Hoy, mira a Elí y pregúntate: ¿hay áreas en tu liderazgo donde estás permitiendo actitudes incorrectas por miedo o comodidad? Pídele a Dios coraje y sabiduría para actuar a tiempo, y deja que su Espíritu transforme tu manera de guiar y cuidar a tu equipo y a tus jóvenes.

Oración

Señor, no quiero ser un líder que tolera lo que está mal. Dame sabiduría para actuar con justicia, amor y discernimiento. Ayúdame a guiar a mi equipo y a mis jóvenes con integridad, protegiendo lo que me confiaste. En el nombre de Jesús, amén.

Sigamos aprendiendo juntos. ¡Te veo mañana en el Día 4!