30 días en la Biblia en familiaMuestra

Día 30: Soy parte de la misión de Dios

Historia

Imagina que eres parte de un equipo de rescate en una misión muy importante. Cada miembro tiene un papel crucial para salvar a la gente. ¡Qué emocionante! Pues, ¡lo eres!

Antes de irse al cielo, Jesús les dio a sus seguidores una misión final, la más importante de todas: llevar la buena noticia de su amor a todo el mundo. Esa misión no fue solo para los discípulos de hace 2,000 años. La estafeta ha pasado de generación en generación, y ahora el relevo está en tus manos. Eres parte del plan de Dios para alcanzar al mundo.

📖 Versículo clave

“Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones… y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.” — Mateo 28:19–20 (NVI)

Explicación

Esta se conoce como la “Gran Comisión”. Es el plan de Jesús para el mundo, y tú estás incluido. “Hacer discípulos” suena complicado, pero solo significa ayudar a otros a conocer y seguir a Jesús. Puedes ser parte de esta misión orando por otros países, compartiendo tu fe con un amigo, o mostrando el amor de Jesús con tus acciones. Y la mejor parte es la promesa final: no vas solo. Jesús está contigo en cada paso de la misión.

Aplicación práctica

Vamos a ser misioneros con la imaginación y la oración.
— Busca un mapa del mundo (o un globo terráqueo).
— Cierra los ojos y pon tu dedo en un punto al azar.
— Abre los ojos y mira qué país te tocó.
Investiga un dato sobre ese lugar y luego haz una oración para que muchas personas allí puedan conocer a Jesús.

🙏 Oración

Jesús, gracias porque confías en mí y me invitas a ser parte de tu gran misión. Dame un corazón que ame a la gente de todo el mundo, como tú la amas. Ayúdame a ser valiente para hablar de ti y para mostrar tu amor donde sea que esté. Quiero ser tus manos y tus pies para llevar tu esperanza a los demás. Amén.

Momento en familia

Miren el mapa de nuevo. Después pregunten:
— ¿Cómo podemos ser “misioneros” aquí mismo, en nuestra ciudad, escuela o vecindario?
— Si tuviéramos que contarle a alguien lo más importante sobre Jesús, ¿qué le diríamos?

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Al llegar al final de estos 30 días, este es mi deseo para tu familia: que Jesús sea el Rey de cada uno de ustedes. Porque la fe no se hereda, pero sí se comparte... y se elige.

Elijan a Jesús cada día.