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Día 27: Puedo compartir mi fe

Historia
Cuando ves una película increíble o descubres un videojuego genial, ¿qué es lo primero que haces? ¡Corres a contárselo a tus amigos! No puedes guardártelo. Quieres que ellos también lo disfruten. Compartir lo que Jesús ha hecho en tu vida es exactamente así. No se trata de tener todas las respuestas o de dar un discurso. Se trata de compartir con emoción algo bueno que has recibido. Es un desborde natural de un corazón agradecido.

📖 Versículo clave

“Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse.” — Mateo 5:14 (NVI)

Explicación
Jesús no dice: “Ustedes deben intentar ser la luz”. Él afirma: “Ustedes son la luz”. Si Jesús vive en ti, su luz brilla a través de ti. ¿Y para qué sirve la luz? Para que otros puedan ver en la oscuridad. Tus palabras amables, tu paciencia, tu alegría… todo eso es la luz de Jesús brillando y mostrándole a otros cómo es Él. Una luz no se puede esconder, ¡está hecha para iluminar!

Aplicación práctica
Piensa en un amigo cercano que no conozca mucho de Jesús. — Elige algo que aprendiste esta semana en este plan. — Compárteselo de una forma natural. Puede ser tan simple como decir: “Oye, leí algo muy interesante hoy sobre cómo Dios es como una luz…”.

🙏 Oración familiar
Jesús, gracias por ser la luz del mundo. Gracias por vivir en mí y hacer que yo también pueda brillar. Dame valor para no esconder mi fe. Ayúdame a compartir tu amor con mis amigos y mi familia. Usa mis palabras y mis acciones para que otros puedan verte a Ti. Amén.