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Día 29: Puedo dar con alegría

Historia

Si un agricultor se quedara con todas sus semillas en la mano por miedo a perderlas, nunca tendría una cosecha. Debe soltarlas y sembrarlas en la tierra para que se multipliquen. Dar es muy parecido. A veces pensamos que si compartimos lo que tenemos (nuestro tiempo, nuestro dinero o nuestras cosas), nos quedaremos con menos. Pero Dios funciona al revés. Él dice que cuando damos, no perdemos, sino que sembramos. Y un corazón generoso siempre cosecha una alegría mucho más grande.

📖 Versículo clave

“Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría.” — 2 Corintios 9:7 (NVI)

Explicación

Para Dios, la actitud de tu corazón es más importante que la cantidad que das. Él no quiere que des porque te sientes presionado o culpable (“de mala gana ni por obligación”). Él se deleita cuando compartes porque tu corazón está lleno de gratitud y amor. ¿Por qué? Porque Dios es el dador más alegre de todos. Nos dio a su propio Hijo. Cuando damos con alegría, nos parecemos un poquito más a Él.

Aplicación práctica

Busca una oportunidad para ser generoso hoy. — Elige algo tuyo que te guste: un juguete, un libro, un dulce. — Piensa en alguien a quien le haría feliz recibirlo. — Dáselo sin esperar nada a cambio, solo por el gozo de compartir.

🙏 Oración familiar

Dios, tú me has dado todo lo que tengo. Gracias por tu increíble generosidad conmigo. Ayúdame a no aferrarme a mis cosas. Cambia mi corazón para que encuentre más alegría en dar que en recibir. Enséñame a compartir con un corazón alegre, como el tuyo. Amén.