Las 7 raíces de la iraMuestra

Raíz 6 — Disfunción cerebral
Una raíz de la ira, que es más común de lo que muchas personas se dan cuenta, es la disfunción cerebral o enfermedad mental.
La disfunción cerebral puede ser el resultado de una enfermedad degenerativa o un accidente. O el cerebro puede funcionar incorrectamente debido a un desequilibrio químico presente desde el nacimiento que puede manifestarse como una enfermedad mental. Incluso puede ser autoinfligida a través del consumo del alcohol y las drogas.
Somos sabios al reconocer que algunas personas han perdido la capacidad de controlar su ira como resultado de un accidente, lesión, enfermedad o adicción. Cualquiera de estas cosas puede destruir células cerebrales o comprometer la función cerebral.
Por ejemplo, muchos veteranos de guerra que han sufrido daños corporales o traumas emocionales tienen arrebatos de ira que son mucho más automáticos que intencionales. Ciertos tipos de demencia también pueden provocar cambios negativos en la personalidad y aumentar la ira. Lidiar con la ira como resultado de la disfunción cerebral o la enfermedad mental es extremadamente difícil en el matrimonio, la amistad y las relaciones laborales.
La esperanza en estas situaciones radica en la paz y el poder sanador de Dios. La persona puede hacer muy poco por sí misma. Quienes la cuidan y la aman necesitan un tremendo apoyo de los miembros de la familia y amigos. En todo momento, debemos recordar que Dios está obrando y está sanando a la persona de maneras que pueden no ser visibles para nosotros, pero que son reales.
Aunque siento pesar por las personas en estas situaciones, elijo creer en su sanación mientras estén vivas. La verdad es que Dios puede sanar cualquier enfermedad o condición, y en última instancia, Él tiene el control. Puede que no sane a la persona aquí en la Tierra, pero la sanación llegará. De eso estoy seguro. Y hasta que se produzca la recuperación, elijo seguir creyendo en lo mejor de Dios, no solo de la vida del individuo que ha sufrido una lesión o enfermedad, sino también de quienes apoyan a esa persona.
En muchos casos, son los cuidadores —como un cónyuge o un hijo adulto— quienes experimentan el mayor milagro de sanación y crecimiento personal. A través del proceso, pueden descubrir que Dios está obrando en sus propias vidas, resolviendo problemas profundos y transformando actitudes y comportamientos. Nunca debemos subestimar la fidelidad del Señor para cumplir su voluntad, su plan y su propósito en cada persona involucrada en una situación de lesión o enfermedad cerebral.
Si la disfunción cerebral es el resultado de algo que una persona se causó a sí misma, ya sea accidental o intencionalmente, puede haber la necesidad de perdonar. Esto puede ser muy difícil, sobre todo si las acciones de la persona la dejaron con un daño cerebral y llena de ira. Sea cual sea la causa, el perdón es vital. Pídale a Dios que le ayude a perdonar, que le dé amor para con la persona, y que le bendiga cada día con la fortaleza y la paciencia necesarias para proporcionar el nivel de cuidado que usted pueda dar.
Escrituras
Acerca de este Plan

Algunos días parece que un espíritu de ira está permeando el mundo entero. Historias de violencia, furia y discordia llenan los noticieros mientras las familias se desmoronan por conflictos no resueltos. ¿Dónde podemos acudir para encontrar paz en este mundo enfadado? Acompañe al Dr. Charles Stanley a descubrir las siete raíces de la ira.
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Nos gustaría agradecer a In Touch Ministries por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: encontacto.org
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