Las 7 raíces de la iraMuestra

Raíz 2 — Orgullo
La mayoría de las personas nacen con el deseo de ser el número uno. Esto ha sido parte de nuestra naturaleza humana desde que Adán y Eva se rebelaron contra Dios en el huerto del Edén e introdujeron el pecado en el mundo.
Los bebés lloran para ser alimentados en sus primeras horas de vida. A medida que crecen, aprenden que llorar y hacer berrinches “funciona”: es una manera de satisfacer sus deseos. La triste verdad es que algunas personas siguen haciendo berrinches incluso cuando tienen 20, 40, 60 u 80 años. ¿Por qué razón? Solo porque todavía quieren lo que quieren y cuando lo quieren, sin importar las necesidades o los sentimientos de otra persona. El orgullo es su fuerza motriz.
Cada vez que una persona no consigue lo que desea, es probable que se enoje. Ya sea por celos, envidia, codicia, perder algo muy ligado a su identidad o serle negado algo que verdaderamente cree que necesita, la ira tiende a ser el resultado cuando las cosas no “salen como quiere”.
Pero nadie puede tener siempre lo que quiere. Muchas personas se irritan cuando no tienen control sobre una situación o sobre una persona. Y la ira de algunos puede salirse de control cuando se dan cuenta de que no pueden y no tendrán control sobre Dios. Hay muchos ejemplos de ira relacionada con el orgullo a lo largo de la Biblia. Veamos algunos:
- Moisés— La primera vez que vemos a Moisés airado es cuando mata a un soldado egipcio que estaba golpeando a un esclavo hebreo (Ex 2.11, 12). Terminó huyendo por su vida y permaneciendo en el desierto durante décadas, hasta que Dios lo llamó a regresar a la corte de Faraón y liberar a los hijos de Israel de la esclavitud y llevarlos a la tierra prometida.
- Saúl— Este primer rey de Israel mostraba ira con frecuencia, en especial hacia David. Saúl intentó matar a David dos veces arrojándole una jabalina. Ordenó asesinarlo en su cama y, más tarde, persiguió sin descanso al futuro rey por algunas de las regiones más remotas de Israel. Todo esto lo hizo con una rabia celosa que tenía su raíz en la percepción del rey Saúl de que David intentaba apoderarse de su reino.
- Pedro— En el Nuevo Testamento, Pedro le cortó la oreja a un guardia del templo en el huerto de Getsemaní. El apóstol estaba airado porque estaban arrestando al Señor Jesús, pero Él le dijo de inmediato: “Todos los que tomen espada, a espada perecerán” (Mt 26.52).
Con frecuencia, la Palabra de Dios revela que su pueblo manifestaba ira de maneras que no produjeron buenos resultados. De hecho, su amargura, hostilidad y rabia resultaron en reprensión o consecuencias negativas para ellos y, a veces, para las personas que les rodeaban. La mayoría de estos ejemplos están directamente relacionados con el orgullo y su deseo de hacer las cosas a su manera.
Acerca de este Plan

Algunos días parece que un espíritu de ira está permeando el mundo entero. Historias de violencia, furia y discordia llenan los noticieros mientras las familias se desmoronan por conflictos no resueltos. ¿Dónde podemos acudir para encontrar paz en este mundo enfadado? Acompañe al Dr. Charles Stanley a descubrir las siete raíces de la ira.
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Nos gustaría agradecer a In Touch Ministries por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: encontacto.org