Firmes en La Prueba: El Camino Hacia La VidaMuestra

Dios no tienta a nadie

“Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie” (Santiago 1:13 RVR1960).

No confundas la prueba con el tentador, ni al tentador con Dios.

Santiago aclara una confusión común: aunque Dios permite pruebas, nunca es autor de la tentación. Es una distinción crucial. Dios no es la fuente del mal ni colabora con él. Su carácter es absolutamente puro y santo (Habacuc 1:13), y actuaría contra sí mismo si incitara al pecado.

La tentación proviene de otra fuente, que Santiago explora en los siguientes versículos. Pero ya aquí se nos invita a rechazar una visión distorsionada de Dios: la de un ser que juega con nuestra debilidad. El enemigo siempre buscará proyectar esa imagen para alejarnos del Padre, como lo hizo en el Edén (“¿Conque Dios os ha dicho...?” - Génesis 3:1).

Comprender que Dios no tienta, sino que fortalece, cambia nuestra actitud frente a la prueba: ya no le vemos como un acusador, sino como un aliado que nos capacita para vencer (1 Corintios 10:13).

¿Estoy acusando a Dios en mi mente por las luchas que enfrento, o me estoy aferrando a su bondad en medio de ellas?