La Biblia… Luz en Mi CaminoMuestra

Día 2: Enséñame, Señor

Uno de los errores más comunes con el paso de los años es creer que ya lo sabemos todo. Sin embargo, el caminar con Dios nos recuerda que siempre seremos aprendices, necesitados de su guía y de su sabiduría.El Salmo 119 lo expresa de manera hermosa: nueve versículos contienen la súplica Enséñame. Esta petición revela un corazón humilde que reconoce que la verdadera comprensión no proviene de la experiencia humana, sino de la instrucción del Señor.

No basta con conocer la Palabra de manera intelectual, ni llenarnos de cursos de teología. Necesitamos que Dios mismo nos instruya, transforme y moldee nuestro carácter hasta parecernos día a día más a Cristo por medio de las escrituras. Cada vez que abrimos la Biblia, es una oportunidad para que Él corrija nuestros pensamientos, reoriente nuestras decisiones y renueve nuestra mente.

Acercarse a la Palabra con humildad es reconocer que siempre hay algo nuevo que aprender y que necesitamos su luz en cada etapa de la vida. Hoy te animo a presentarte ante Dios con un corazón dispuesto a escuchar y a cambiar. No leas por costumbre; permite que su voz te hable y sobre todo te enseñe.

Oración:

Señor, enséñame tus caminos. Ayúdame a reconocer que siempre necesito aprender de Ti. Que tu Palabra me transforme cada día. Amén.