La Biblia… Luz en Mi CaminoMuestra

Día 1: Somos Dichosos

El Salmo 119 comienza con una palabra poderosa: Dichosos, repetida en los versículos 1 y 2. ¿Por qué el salmista decidió iniciar así el que se convertiría en el salmo más largo de las Escrituras? Porque necesitamos reconocer lo inmensamente dichosos que somos de que el Creador del universo se haya acercado y revelado su Palabra a nosotros.

Somos dichosos porque, a través de ella, conocemos su carácter: su fidelidad, que permanece firme en los cielos; su bondad, la de un Padre que busca el bien de sus hijos; su justicia, pues todo lo que ordena es recto y verdadero; y su misericordia, fuente constante de consuelo y vida.

En su Palabra encontramos protección: Dios es un refugio seguro en tiempos difíciles. También descubrimos su cercanía, porque Él no está distante, sino que está cerca de los que lo buscan con sinceridad.

Somos dichosos porque tenemos al alcance una fuente inagotable de agua que sacia nuestra sed y una brújula que orienta nuestro camino. Y sobre todo, somos dichosos porque la Biblia nos revela el plan perfecto que Dios diseñó para salvarnos por medio de su Hijo Jesucristo.

Todo esto y mucho más es la Palabra del Señor. Por eso, el salmista comienza proclamando nuestra dicha, recordándonos el privilegio inmenso de tener sus enseñanzas al alcance de nuestras manos. Esto me lleva a preguntarme: ¿Estoy valorando de verdad este regalo, o me he acostumbrado tanto a tener la Biblia cerca que ya no la aprecio como antes? El salmista no la dio por sentada; nosotros tampoco deberíamos hacerlo.

Oración:

Señor, gracias porque me has hecho dichoso al revelarme tu Palabra. Ayúdame a valorarla cada día y a vivir con gratitud por este regalo.