Alimento Que EdificaMuestra

Estamos Seguros En Jesús

¿Qué protección es esta? Dios mismo buscó como refugio seguro para los suyos, sus propios brazos, su propia sombra.

Quién podría acercarse a la furia de su protección para intentar siquiera tocar a sus hijitos, ¿acaso la misma creación no nos testifica del gran celo que siente por sus pequeños? Las águilas por ejemplo; guardan, protegen y defienden a sus aguiluchos de toda amenaza, ¡ay de aquel enemigo que se acerque al nido, su refugio, para intentar dañarlos!

¿No es acaso mucho más celoso nuestro Padre Eterno, con nosotros sus hijos, a quienes nos salvó incluso de su propia y justa ira a través del sacrificio de Jesús?

Si nos guardó de sí mismo, cómo pensar siquiera que nos va a entregar en manos de aquellos que se le oponen todo el tiempo y solo buscan dañarnos con su perversidad. Él nos amó, nos salvó, nos dio sanidad y libertad; nos sigue salvando de muchos peligros en todo tiempo, y con certeza Él nos defenderá de todo aquel que intente lastimarnos; a no ser que determine permitir algún ataque para bendecirnos y testificar de su Grandeza. Aún si determinara entregarnos en manos de nuestros enemigos, porque lo puede hacer; no dejaremos de ser sus hijos y con seguridad usará todo para nuestro bien, para alinearnos a su voluntad en Cristo Jesús. Todo obrará en nuestro favor para alabanza de su Nombre.

Estamos seguros en Jesús, en su Nombre; en Él no seremos abatidos ni vencidos aunque seamos atacados e incluso suframos derrotas. En Él tenemos segura la victoria de cada batalla que enfrentemos.

¡Bendita Gracia! su Nombre es todo lo que necesitamos.