Alimento Que EdificaMuestra

Gracia Inagotable

Bendita gracia la que cubre a los hijos del Dios Viviente, inagotable beneficio que sacia a los pobres de espíritu; divino suministro del cielo que riega con torrentes de agua celestial la sequía del espíritu, para que regados con su abundante don podamos avanzar como avanza la luz de la aurora, para que podamos brillar con todo el esplendor de la influencia divina y testificar la luz que glorifica a nuestro Padre Eterno.

¿Qué otra explicación podría sustentar el hecho de que nos mantengamos en pie, firmes ante su voluntad para vivir conforme quiere que vivamos? ¿Acaso no es su gracia la que nos sostiene? No hay forma de mantenernos firmes en la prosperidad que trae su gloria si no es por el sublime don que nos sustenta sobrenaturalmente.

Bendito suministro, gracia inagotable que nos riega como la lluvia al campo, como el rocío a las flores. ¿De qué otra forma podríamos ser saciados si no es porque de lo Alto llega la provisión que necesitamos para ser saciados?

Inagotable gracia que nos fortalece en tiempos de prueba, que nos protege de nuestros adversarios, que nos defiende del maligno; que destruye a nuestros enemigos y nos mantiene seguros sobre la Roca Indestructible.

Inagotable gracia que sana nuestras heridas, nos reconcilia y nos cimenta en el camino de verdad, libertad y poder en el que hemos sido establecidos.

Gracia inagotable que nos sacia, pero al mismo tiempo aviva el deseo de querer más y más, hasta llenarnos y entregar a otros lo que recibimos para que también prueben ese bendito beneficio.

Gracia inagotable, concedida en el Bendito Nombre de Jesucristo, por quien podemos disfrutar eternamente de tan sublime don.

Que en este día podamos ser tan conscientes de la gracia de Dios, que nuestra boca prorrumpa en cantos, oración y alabanzas hacia su Santo Nombre, llenos de gratitud por la sobrenatural manifestación de amor de la que nos permite participar gratuita e inmerecidamente. Que hoy sea un día muy fructífero en el Nombre de Jesús.