Alimento Que EdificaMuestra

Dios Es Quien Nos Cierra Puertas
Cuando no hay fe en el Señor cualquier cambio inesperado o puerta que se cierre suele generar temor y angustia; sin embargo, cuando vivimos por fe en Cristo Jesús, entendemos que no hay puerta que se cierre sin que Dios lo permita y sabemos con certeza que lo está permitiendo porque no es lo que necesitamos recibir ni lo que está alineado al plan que ha determinado cumplir en y con nosotros, según la etapa o tiempo por el que nos está permitiendo pasar.
Cuando vives por fe entiendes que no es el hombre el que te cierra las puertas sino que es Dios haciendo lo suyo, cumpliendo su voluntad en tu vida, voluntad que supera lo que quizá pensaste por un momento era lo mejor para ti. Puedes tener plena seguridad en que Él tiene algo más grande, de mayor valor y verdadera prosperidad para tu vida; sus propósitos siempre superan nuestras expectativas, caminos y pensamientos.
Dios es quien nos cierra puertas y lo hace para su gloria. No nos debería sorprender ni generar angustia cuando una puerta se cierre para nosotros; estamos en la voluntad de Dios, se trata de sus propósitos para nuestra vida. Vivimos por Él y para Él en Cristo Jesús; que se haga entonces conforme Él quiera en nosotros, que cierre las puertas que tenga que cerrar y que abra las que considere abrir para que sigamos avanzando según su voluntad.
Los pensamientos de Dios no se parecen a nuestros pensamientos, sus propósitos para nosotros superan nuestros anhelos y sus caminos están muy por encima de lo que podemos imaginar.
Padre, gracias por las puertas que cerraste, comprendo que eres tú quien marca el rumbo de mi vida para que se cumpla en mí tu voluntad. Todo se trata de ti y de tu Hijo Jesús, y sé que nada debe haber en mí, fuera de tus divinos propósitos. Hoy me rindo a tu voluntad y acepto con amor, gratitud y mansedumbre lo que permites en mi vida; permíteme por tu gracia, poner por encima de mis anhelos tus benditos propósitos, que en todo tiempo pueda tener presente que nada me pertenece, que nada soy, que nada puedo hacer y nada puedo tener fuera de tu voluntad. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan

Como hijos de Dios, no podemos vivir un solo día sin el alimento que nutre la nueva vida que hemos recibido en el Nombre de Jesucristo; no hay forma alguna en que podamos honrar a nuestro Padre, si no es a través del Poder regenerador que produce su Palabra. Confío en que este plan será de edificación para ti, que se haga conforme a la voluntad de nuestro buen Dios, con cada exhortación, mandato y promesa para tu vida. Amén.
More
Nos gustaría agradecer a Marysela Ocampo O. por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://facebook.com/confiadosenJesucristo