Buenos administradores

¿Qué tan útil quieres ser para Dios?

Al comenzar este día del devocional, quiero que reflexiones sobre esta pregunta: ¿Qué tan útil quieres ser para Dios? Seguramente, tu respuesta sería que quieres ser 100% útil, ¡y aún más! Déjame decirte que tu utilidad depende de tu buena administración. Dios, siendo el dueño de toda Su creación, nos ha hecho mayordomos de las cosas que nos da. Por ejemplo: el cuerpo, el tiempo, nuestras actividades, la familia, la economía, etc. Todo lo que tenemos ha sido asignado de manera temporal para que lo produzcamos o lo reproduzcamos.

Lo que quiero enfatizar con esto es que, si queremos ser una generación conquistadora, una generación que vaya de más en más, debemos ser fieles en lo poco que Dios nos da. Si somos buenos administradores en lo poco, lo seremos también en lo mucho. Dios te ha dado un propósito que cumplir y las herramientas necesarias para desarrollarlo, pero ¿qué estás haciendo para lograrlo?

Recuerda que algún día le daremos cuentas a Dios sobre lo que Él nos dio.

En resumen, en Lucas 16:1-13 podemos leer la parábola del administrador astuto, que estaba a punto de ser despedido por su mala administración. Ante esta situación, analizó sus opciones y decidió seguir una estrategia para ganarse el favor de los deudores de su amo, perdonándoles parte de sus deudas. Aunque el mayordomo resolvió astutamente el asunto para su beneficio, lo hizo de manera deshonesta.

Dios tiene muchas cosas que darnos, pero lo que tenemos ahora se convierte en la prueba de nuestra administración: nuestro pase para tener más o menos. Dios quiere que seamos conquistadores de la buena administración, no conquistados por la mala administración.

Quiero que te mentalices con esto: “No fuiste diseñado para quedarte administrando lo que tienes hoy, fuiste diseñado para ser administrador de las riquezas del reino de Dios".

Dios te quiere llevar a más, ¿estás dispuesto?…