Dispuestos

¿Estás dispuesto?

Hoy quiero comenzar este devocional compartiéndote un poco de mi historia. Nací en una familia cristiana, lo que muchos llaman “cuna cristiana”. Crecí asistiendo a la iglesia, siempre muy apegado a las enseñanzas que mis padres y maestros me transmitían. Desde que tengo memoria, he conocido a Dios. Sin embargo, con el paso del tiempo, aunque seguía aprendiendo, aún no había tomado la decisión de buscar una relación personal con Él por mi propia cuenta.

El 2020 marcó un antes y un después en mi vida. Fue el año en el que decidí que quería más de Dios. Dejé de depender únicamente de la fe de mis padres y comencé a buscarlo personalmente. Empecé a pasar tiempo a solas con Dios en mi cuarto, solo Él y yo. Esta decisión no fue fácil de mantener; tuve que estar dispuesto y convencido de avanzar sin mirar atrás. Lo que me ayudó a seguir firme fue conocer cada día más a Dios y su voluntad para mi vida.

En la Biblia, encontramos la historia de David, quien comenzó como un simple pastor de ovejas, despreciado incluso por su propia familia. Sin embargo, Dios no miraba su apariencia exterior; veía su corazón. Esto nos enseña que, aunque el mundo pueda considerarnos improbables, para Dios siempre somos probables.

Dios nos llama a ser fieles y a confiar en Él. Quiere que permanezcamos firmes y leales en los pequeños campos antes de que nos lleve a grandes tronos. Él nos ha dado un propósito grande, y el enemigo hará todo lo posible para evitar que lo cumplamos. Una de las estrategias del enemigo es atacar nuestra mente, llenándola de dudas.

David venció la duda y el temor porque conocía a Dios y sabía que Su poder era mayor que cualquier circunstancia. El enemigo no quiere que estudiemos las Escrituras, porque sin conocimiento de la Palabra, es más fácil que caigamos en sus trampas.

Debemos romper los límites: los límites de la pereza, de la apatía, de la conformidad, y buscar activamente la Palabra de Dios. Seguir a Dios no significa que no enfrentaremos obstáculos, pero Él nos ha prometido su ayuda en todo momento.

Cuando vivimos conforme al corazón de Dios, estamos listos para que Él cumpla sus planes en nuestra vida. Dios sabía exactamente dónde encontrar a David, y envió a Samuel para ungirlo. De la misma manera, Dios sabe dónde estás. Él te ha elegido para hacer Su voluntad y cumplir un propósito extraordinario.

Permite que Dios te unja y te capacite para vivir conforme a Su plan. Recuerda que no tienes un llamado ordinario; tienes un llamado extraordinario. ¡No dejes que las dudas ni los obstáculos te detengan! Confía en que los planes de Dios son mejores y que Su propósito es eterno.