Generación ConquistadoraMuestra

Ser la sal del mundo, sazonar de Dios el mundo
¿Estás marcando la diferencia?
Dios nos llamó a ser sal y luz en este mundo. La sal no solo da sabor, sino que también conserva y purifica. De igual manera, estamos llamados a influir positivamente, preservando los valores de Dios y llevando esperanza a un mundo lleno de oscuridad. Pero, ¿realmente estamos cumpliendo ese propósito?
Daniel, un joven cautivo en una tierra extranjera, es un ejemplo de alguien que, a pesar de las presiones del mundo, decidió agradar a Dios. No dejó que el temor al rechazo o las costumbres contrarias lo apartaran de su fe. Este mundo necesita el “sazón” de Dios. La pregunta es: ¿estamos nosotros sazonando nuestras conversaciones, relaciones e interacciones con el sabor del Evangelio?
En Mateo 12:34, se nos recuerda que “de lo que abunda en el corazón, habla la boca”. Esto nos desafía a examinar nuestro interior. Lo que pensamos y sentimos se refleja en nuestras palabras, y nuestras palabras tienen el poder de construir o destruir. Si estamos llenos de Dios, nuestras palabras serán una fuente de ánimo y esperanza para los demás.
Amar a todos, incluso a nuestros enemigos, es una de las tareas más difíciles, pero también la más poderosa. Amar no significa aceptar o validar lo que desagrada a Dios, sino reflejar su amor mientras permanecemos firmes en la verdad.
El enemigo intentará desanimarnos, haciéndonos creer que no podemos marcar la diferencia. Muchos jóvenes, por temor al “qué dirán”, prefieren no destacar, pero nuestra misión no es complacer al mundo, sino obedecer a Dios. Lo importante no es decir lo que conviene, sino ser valientes y hablar lo que el Espíritu Santo pone en nuestro corazón, confiando en que Dios hará el resto.
Si queremos ser esa sal que impacta al mundo, necesitamos impregnarnos de Dios, como cuando el aroma de la carne asada se impregna en nosotros. No podemos vivir ordinariamente como el mundo; estamos llamados a ser extraordinarios con Dios. Esto implica salir de nuestra zona de confort y buscar siempre su voluntad.
Sí, ser diferente al mundo puede ser difícil, pero cuando descubres que los planes de Dios son mejores, nada más importa. ¡Ánimo! Lo mejor está en el cielo. No tienes un llamado ordinario, sino extraordinario. ¿Estás listo para vivir conforme a ese propósito?
Acerca de este Plan

Dios nos llama a ser influencia en el mundo, llevando vidas a Cristo y cumpliendo Su mandato de formar discípulos (Mateo 28:19). Este llamado es para todos, sin importar edad, que desean vivir en obediencia y propósito. En este devocional de 7 días, exploraremos principios clave para superar barreras, vencer desafíos y responder al llamado de Dios. Aprenderemos a vivir con propósito, evitar las trampas del enemigo y ser luz en la oscuridad. ¿Estás listo para ser parte de una generación conquistadora y trascender? Únete y descubramos juntos cómo cumplir este propósito eterno.
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Nos gustaría agradecer a Gadiel Hernández por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: linkr.bio/GadielHernandez
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