Conociendo a Dios

¿Quién es Dios para ti?

Dios nos ha dado un llamado único, grande y especial. Sin embargo, muchas veces no estamos dispuestos a vivir ese propósito porque no hemos tomado el tiempo de conocer quién es Dios realmente. En lugar de llenarnos de Su presencia, permitimos que las cosas del mundo ocupen nuestro corazón.

Nuestra vida es como el feed de YouTube: lo que buscas y consumes en la plataforma define lo que aparece en tu página principal. De la misma manera, lo que buscamos y atesoramos en nuestro corazón define nuestra vida. Cuando realmente buscamos a Dios, descubrimos que Él lo es TODO.

En Lucas 12:21, Jesús advierte: “El que acumula riquezas terrenales pero no es rico en su relación con Dios es un necio”. Puedes tener muchas cosas en este mundo: éxito, reconocimiento, comodidad; pero si no conoces a Dios, eres pobre. Dios no quiere que vivas de lo temporal, sino que te acerques a lo eterno: Su presencia.

Jesús nos advierte que tengamos cuidado con toda clase de avaricia (Lucas 12:15). A menudo nos desgastamos persiguiendo cosas de este mundo cuando, en realidad, ya lo tenemos todo a través de Cristo (Filipenses 4:19). Nos preocupamos tanto por construir un futuro, olvidando que Dios ya lo diseñó. Cuando lo buscamos, conocemos sus planes y deseos para nuestra vida.

¿Cómo podemos conocer quién es Dios?

La respuesta está en su Palabra. La Biblia no solo es un libro; es nuestro manual de vida. Pero no basta con leerla; debemos aplicarla en nuestro día a día. Además, la oración es fundamental para mantenernos en constante comunicación con Dios y estar en sintonía con Él.

Conclusión

Para vivir conforme a Su voluntad y experimentar el propósito que ha destinado para nuestras vidas, necesitamos una relación personal con Dios (conocerlo constantemente). Un corazón que ama verdaderamente a Dios no puede amar más a otra cosa.

Haz que Dios sea el mayor tesoro de tu vida porque Él es el único digno de ese lugar. Termino con estas preguntas para reflexionar: ¿Qué prefieres, el mundo temporal o a Dios, que es eterno?