Salmo 26: La Determinación De Vivir en IntegridadMuestra

Acciones que ayudan a andar en integridad – parte II
- Esperar con paciencia, confiando en Dios
No arrebates con los pecadores mi alma, ni mi vida con hombres sanguinarios, en cuyas manos está el mal, y su diestra está llena de sobornos. Mas yo andaré en mi integridad; redímeme, y ten misericordia de mí. Mi pie ha estado en rectitud; en las congregaciones bendeciré a Jehová (Salmo 26:9-12).
Cuando te hagan mal, aprende a esperar pacientemente en Dios con confianza en tu corazón.
David, después de pasar revista a los conflictos y a sus enemigos, manifiesta confianza. Esa confianza estaba sustentada en parte en que “Mi pie ha estado en rectitud (Salmo 26: 12a). Dios honra al justo y recto. Él cuida las sendas de los justos y protege a los que le son fieles. Entonces comprenderás lo que es correcto, justo e imparcial y encontrarás el buen camino que debes seguir. Pues la sabiduría entrará en tu corazón, y el conocimiento te llenará de alegría (Proverbios 2:8-10 - NTV).
David había estado en el abismo, rodeado por el enemigo, pero Dios lo había librado. Su pie había estado en terreno accidentado y se había caído. Pero ahora su pie estaba plantado pisando firme (andando en integridad), en un lugar seguro y a salvo.
Notemos la proclamación de confianza y determinación de David. Mas yo andaré en mi integridad. A pesar de los peligros a su vida; a pesar de la presencia de los impíos, él – con la ayuda de Dios – andaría en su integridad.
David tenía una resolución apropiada, pero una confianza en Dios aún más apropiada. Redímeme, y ten misericordia de mí: solo podría andar integridad si Dios lo redimía y tenía misericordia de él.
Con esta combinación de una resolución apropiada y su confianza en Dios, David – a pesar de los peligros que lo rodean – podía estar seguro de su posición (mi pie ha estado en rectitud).
El salmo termina con un compromiso por mantenerse en integridad: Mas yo andaré en mi integridad; redímeme, y ten misericordia de mí. Mi pie ha estado en rectitud; en las congregaciones bendeciré a Jehová. Sin embargo, David reconoce que toda su intención y fuerza de voluntad no serán suficientes para tal propósito, a menos que Dios le redima y le muestre su misericordia. “El equilibrio entre el orgullo espiritual y la humildad es delicado. Uno debe reconocer que Dios le ha salvado de caer en muchas maldades. Puede afirmar su integridad; pero a la vez debe reconocer sus fallas y que sigue necesitando de la asistencia divina y de la misericordia de Dios cada momento” (Comentario Bíblico Mundo Hispano).
David se encomienda a la misericordia y a la gracia de Dios, con una resolución de mantenerse en su integridad y en su esperanza en Dios.
Después de haber presentado las pruebas de su integridad, David ora fervientemente para que Dios le preserve de caer bajo el destino fatal de los impíos: No juntes con los pecadores mi alma.
Con humilde y santa confianza, David se encomienda a la gracia de Dios: Mas yo andaré en mi integridad, hagan lo que hagan otros. Y ruega que la gracia divina le capacite para ello y, asimismo, le proporcione el consuelo que comporta el cumplimiento del deber.
Acerca de este Plan

¿Cómo mantener integridad en un mundo corrompido? El Salmo 26 es un llamado a vivir una vida de integridad. El Salmo aborda temas como la santidad personal, la importancia del culto sincero y el deseo de vivir en comunión con Dios. El Salmo 26 es una declaración de integridad personal. Es una profunda reflexión sobre los temas de la rectitud, la confianza en Dios y el deseo de justicia divina. El Salmo 26 desafía a los creyentes a examinar sus vidas.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: vidaefectiva.com