Salmo 26: La Determinación De Vivir en IntegridadMuestra

Una declaración de integridad
Una oración que busca vindicación
David comienza el Salmo 26 con una súplica por la vindicación, afirmando su integridad y confianza en el Señor: "Hazme justicia (júzgame), Señor, porque he llevado una vida intachable (de integridad); he confiado en el Señor y no he vacilado (sin titubear)" (Salmo 26:1, NVI). Este versículo podría parafrasearse: Sé tú el que juzgue entre mí y mis acusadores. Este Salmo es una apelación a la sentencia justa de Dios.
El salmista, falsamente acusado, quiere que Dios le haga justicia. David comienza su petición pidiendo que sea el mismo Dios quien le juzgue (exonere, absuelva) y no el hombre. David confía plenamente en la justicia de Dios: “yo he confiado asimismo en Jehová sin titubear” (Salmo 26:1).
El término júzgame (hazme justicia) aquí es significativo. Denota un deseo de que Dios lo juzgue y lo declare justo, no basado en su propio mérito, sino por su fidelidad y confianza en Él. La afirmación de David de una "vida intachable y recta" no es una declaración de ausencia de pecado, sino más bien una declaración de su sincero compromiso de vivir de acuerdo con los caminos y voluntad de Dios. Él sabe que no puede justificarse a sí mismo contra el cargo de pecado; pero si puede justificarse del cargo de hipocresía. Él es sincero en su piedad, y se siente consolado al saber y afirmar que Dios mismo es testigo de su sinceridad.
En ese deseo de ser exonerado (librado de culpa), David no acudió a un tribunal terrenal, ni se justificó a sí mismo. Él era consciente de que no podia reivindicarse ni hacerse justicia por sí mismo; y que sólo Dios podía hacerle justicia. Por otra parte, David no estaba interesado en mantener una reputación delante de los hombres, como mantener la reputación delante de Dios.
Una declaración de integridad
Por otra parte, este Salmo es una declaración de integridad: yo en mi integridad he andado. Una paráfrasis sería: mi conducta ha estado de acuerdo con lo que profeso ser, formando ambas cosas una sola pieza.
Al decir David que había vivido en integridad, no declaraba su falta de pecado, o que jamás había pecado. Ningún hombre puede levantarse delante de Dios y presentarse como justo. Sólo una justicia perfecta como la de Cristo, es aceptable delante de Dios. Nuestra justicia se basa en los méritos redentores de Cristo (Romanos 3:22-24; Gálatas 2:16).
Por otra parte, David, aun cuando se sabe inocente de las acusaciones de sus enemigos y recto delante de Dios, no lo dice por orgullo o arrogancia. La base para su declaración de integridad es la confianza que Dios le inspira, más que un sentimiento de autosuficiencia o mérito personal. Eso hacía que cuando pecaba, tenía la confianza para acudir a Dios arrepentido, confesando sus pecados y, consecuentemente, experimentar el perdón y la restitución de Dios.
¿Del 1 al 10 en qué medida caminas en integridad?
¿Qué incluiría una declaración de integridad en tu vida?
Escritura
Acerca de este Plan

¿Cómo mantener integridad en un mundo corrompido? El Salmo 26 es un llamado a vivir una vida de integridad. El Salmo aborda temas como la santidad personal, la importancia del culto sincero y el deseo de vivir en comunión con Dios. El Salmo 26 es una declaración de integridad personal. Es una profunda reflexión sobre los temas de la rectitud, la confianza en Dios y el deseo de justicia divina. El Salmo 26 desafía a los creyentes a examinar sus vidas.
More
Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: vidaefectiva.com