Una vida de intimidad con DiosMuestra

Dios cumple lo que promete

“Yo soy el SEÑOR... Todo cuanto profeticé se ha hecho realidad, y ahora profetizaré de nuevo; les diré el futuro antes de que suceda”, Isaías 42:8-9 (NTV).

Hay quienes intentan predecir los resultados de las elecciones políticas o de algún evento deportivo; incluso, ¡existen personas que aseguran conocer la fecha exacta del fin del mundo! Pero todos son esfuerzos infructuosos. Dios dijo: “Solo yo puedo predecir el futuro antes que suceda...”, Isaías 46:10 (NTV). La Biblia contiene cientos de profecías que se han cumplido con exactitud demostrando que Dios sí existe y de que la Biblia es su Palabra. Por ejemplo predijo que los israelitas saldrían de Egipto ricos, Éxodo 3:21-22. Y, ¿qué sucedió? “...Los israelitas se llevaron la riqueza de los egipcios”, Éxodo 12:36 (PDT). Con casi 200 años de anticipación Dios predijo quién libraría a su pueblo de la cautividad, Isaías 45:1-13 (NTV). ¿Se cumplió la profecía? Claro que sí. Ciro fue un instrumento de Dios: “...El SEÑOR... me encargó que le construya un templo en Jerusalén... Cualquiera que pertenezca al pueblo del SEÑOR puede regresar para realizar esta tarea,...”, 2º Crónicas 36:23 (NTV).

Dios le dijo a Abraham que su esposa Sara le daría un hijo, Génesis 17:19-21. “El SEÑOR cumplió su palabra... Sara... dio a luz un hijo... Esto ocurrió justo en el tiempo que Dios dijo que pasaría”, Génesis 21:1-2 (NTV). José predijo que el copero del faraón volvería a su puesto en tres días y que al panadero le cortarían la cabeza, Génesis 40:1-19. ¿Y qué sucedió? “A los tres días... el faraón... le devolvió su antiguo empleo al...copero... y colgó al jefe de los panaderos, tal como José había dicho”, Génesis 40:20-22 (PDT). Jesús profetizó la destrucción del templo: “...No quedará piedra sobre piedra, todo se vendrá abajo”, Mateo 24:2 (PDT). La profecía se cumplió en el año 70, cuando los romanos bajo las órdenes del general Tito marcharon sobre Jerusalén, redujeron el templo a cenizas y separaron una a una las piedras para hacerse del oro que se había fundido y escurrido por entre las grietas. Impresionante. ¡El que no crea en Dios y en la Biblia como Su Palabra es simplemente un necio!

¡Las profecías cumplidas son una evidencia contundente de la veracidad de la Biblia y comprueban que las Escrituras son la Palabra de Dios! Pero no nos quedemos ahí. Saber que todo lo que Dios prometió lo cumplió debería estimularnos a creer que se cumplirán las promesas que Dios nos ha hecho. Ánimo. Ten fe. ¡Si Dios lo promete, Dios lo cumple!