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Hijos libres en un mundo cautivo

DÍA 9 DE 10

DÍA 9: VIVO POR FE

Vivir por Dios a la manera que Daniel lo hizo en su juventud es un acto de amor a Dios y fe. Hablaremos de esto último: vivir en el plano de la fe. 

Daniel demuestra que obedecer a Dios es una muestra de confianza en Él y que se confía porque lo conoces. En el caso de la fe, es la que nos lleva a conocer a Dios y es por fe que se recibe la salvación, porque la fe solamente viene por Cristo. Daniel cree en lo que Dios le dice y toma una decisión de fe, y es que Él se iba a ver igual o más fuerte que el resto de los eunucos. Su fe da resultados, porque al terminar los 10 días, Daniel y sus amigos se veían mucho más saludables. Es un acto de fe, porque no estaba viendo el resultado de aquella decisión o propósito, sino que su fe estaba en Dios y no en los alimentos (Hebreos 11:1). 

Nosotros experimentamos la fe en toda nuestra vida con Dios (Hebreos 10: 38). Lo que la Biblia nos enseña sobre la fe es que sin ella no podemos aprender de Dios, recibir a Dios y conocerlo más. O sea que, sin fe es imposible que se realice toda la obra que hemos estado hablando día tras día. Daniel sin fe no hubiera podido tomar la decisión que tomó. Por eso es que, nuestra fe se enfrenta muchas veces a nuestros miedos, que vienen por la realidad que estamos experimentando y por las fuerzas que tenemos. Le creemos a Dios porque lo conocemos, pero creemos porque tenemos fe que Él existe y está con nosotros. Solamente activando nuestra fe es que podemos experimentar su presencia (Hebreos 11: 6). 

Tengo que aclarar y reforzar lo siguiente, nosotros fuimos justificados por fe, al creer que Jesús murió por nosotros y resucitó para otorgarnos la vida eterna (Romanos 5: 1 – 2). Dejando esto claro, empezamos a vivir por la fe, sin importar dónde estamos, si arriba, abajo, a un lado o a oscuras, tormentas o temblores, abundancia y riqueza; le creemos a Dios por fe. Por fe entendemos que nuestro Dios es el mismo y no cambia. Para que el creyente pueda fortalecer su fe, va a pasar por diferentes pruebas (1 Pedro 1: 6 – 8). Dios nos ha dado la fe como un don a toda persona, para poder alcanzar la salvación y al alcanzarla, Dios empezará a hacerla más hermosa y fuerte para vencer cada obstáculo al que nos enfrentaremos en nuestra vida cristiana. Ese es el propósito de las pruebas, nunca lo olvides. 

Es que nuestra fe debe ser perfeccionada, porque nosotros tenemos que mover montes (Lucas 17: 5 – 6). Dios necesita que quitamos nuestra vista de todo lo material y vivamos por fe, ya que el mayor enemigo de nuestra fe es el amor al mundo y nuestra confianza en él. Es como pensar que sin dinero no podemos tener valor, y la fe te dice que Dios te proveerá. Pensamos que los problemas nos van a destruir, y la fe te dice que la mano de Dios te fortalece. Nos rendimos cuando hay desafíos muy grandes, pero la fe te dice que avances porque lo vas a lograr. Nos entristecemos cuando nuestros familiares se enferman o se mueren, pero nuestra fe nos dice que hay descanso y vida eterna. 

Tienes que atreverte a vivir en el plano de la fe como Daniel; sin preocuparte por lo que pasará mañana y dejar de priorizar lo material. Confiar plenamente en Dios y depositar ese grano de mostaza en su poder. Eres un soldado de Cristo llamado a mover montañas, eres un esclavo del evangelio que calmará tormentas por la fe en el poder de su Señor. Eres un hijo de Dios que se siente amado, porque tiene su fe puesta en un Padre que no cambia. Esto es disfrutar de una vida íntima, porque Dios no actúa a vista de nuestros ojos materiales, sino que lo podemos ver con nuestros ojos espirituales, los ojos de fe, en su poder, amor y soberanía (2 Corintios 5: 6 – 9). Solo lo agradamos por fe. 

Para reflexionar: ¿Estás enfrentando batallas de fe? ¿Sientes que tu fe se ha debilitado a causa de las luchas y problemas? ¿Crees que Dios no está respondiendo a tus oraciones?

Dios ha planificado algo hermoso para tu vida como no te imaginas, y sus planes son de vida eterna. Todo lo que estás pasando ahora, es solamente parte del camino. Si tu ministerio no es lo que era antes, si has perdido el trabajo, si tu familia está lejos o inconquistable, sigue orando, sigue creyendo, sigue buscando, por favor. Tu vida es una obra de arte y Dios es el artista, Él está trazando colores de esperanza en medio de la oscuridad. No vas a terminar como estás, Él va a cumplir con su obra y sus promesas; porque todo por lo que oras, son semillas de fe sembradas en la presencia de Dios, y a su tiempo Él va a contestar, al tiempo de cosechar. Seguro vas a derramar lágrimas al inicio de tu siembra por fe, pero cosecharás con gritos de alegría los frutos de tu fe. 

No te desanimes. Eres un hijo muy amado por Dios. 

Abrahan Gonzáles

Discipuladores21 

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Acerca de este Plan

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Nos gustaría agradecer a DISCIPULADORES21 por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://perunororiente.com/conoceajesus/

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