[Ahora es el momento: Lucas] Ser o no ser, esa es la cuestiónMuestra

El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho

¿Te has dado cuenta que muchas personas hacen comentarios que son incómodos? Pues aquí nos encontramos con un texto bíblico que, si uno es sincero consigo mismo, puede hacernos sentir incómodos. Jesús alaba a un administrador que era infiel a quien servía, por su astucia. 

En su discurso, Jesús habla sobre algo que hoy nos concierne a todos, el uso de los bienes materiales. Para ser un cristiano verdadero no se puede estar al servicio de dos señores, porque se amará a uno y se despreciará al otro. Cuando estamos frente a la administración de los bienes —en algunas ocasiones y por motivos diversos—, nos gusta ser poseedores y dueños de muchas cosas, para ostentar nuestra gran capacidad. Es triste que aún hoy, incluso entre los que se dicen discípulos del Señor, haya personas que no han leído bien estos textos bíblicos. Por eso, hoy mismo, debemos recordar la advertencia de Jesús a los fariseos, quienes se hacían pasar por justos pero, en el fondo, estaban lejos de la ley de Dios. 

Jesús desea que no se queden en los detalles, sino en el corazón mismo de la ley, que es el servicio y el amor al prójimo. Para ello, no se puede servir a Dios y al dinero. Eso está claro en el Evangelio. Cuando hay un apego a las cosas materiales, cuando lo único que se predica es sobre tener, poseer, crecer y prosperar económicamente, es porque no hemos sido capaces de llegar a la médula de la buena noticia. 

A veces, nuestra sociedad nos deslumbra con sus avances y alegrías fugaces. Sin embargo, la alegría duradera se encuentra en la fidelidad al Señor. En el fondo, la buena noticia o la feliz noticia, es que Jesús debe ser tanto el centro de nuestra vida, como también de nuestro nuevo estilo de vivir, aunque a los ojos del mundo parezcamos anticuados.

Reflexiona 

¿Te has preguntado verdadera y sinceramente sobre el uso que das a los bienes y al dinero? ¿Cómo llevas a cabo tu vida de discípulo del Señor Jesús?

Responde 

Vives en un mundo fascinante y arrollador, donde es difícil ser un cristiano verdadero, pero debes resolver este dilema. Si lo eres, debes reflejarlo en tu vida, y no simplemente portar un nombre. Hasta en los momentos más íntimos y sencillos, no se puede servir a dos señores… 

Ora

Señor, te pido que me ayudes a ser sincero conmigo mismo y a desapegarme de todo aquello de lo que hago ostentación. Ayúdame a vivir como tú me pides: transparente, limpio, puro y que busque únicamente lo que te agrada a ti. Señor, te pido que me ayudes a descubrir cómo serte fiel en el mundo en el que vivo.