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Estoy protegido

Por Marcus Brecheen

Cuando cumplí 16 años, obtuve mi licencia de conducir un día de clases. Después de la cena esa noche, justo antes de que mi padre me diera las llaves de su auto, me llevó aparte. Me dijo: "Siéntate hijo. Tenemos que hablar un momento. Te has ganado la licencia y eres un buen conductor, pero hay algo más que quiero que sepas. Si te ponen una multa, te voy a quitar las llaves por un mes". ¿Qué crees que pasó? Al tercer día, me detuvieron por exceso de velocidad y me multaron. Por supuesto, las primeras palabras que salieron de la boca de mi padre fueron: "Dame tus llaves". Intenté hablar para evitarlo, pero fue inútil. Tal como dijo, no pude conducir durante un mes. Esto es lo que aprendí sobre mi padre: hablaba en serio. ¿Fue rígido y poco cariñoso de su parte? No. De hecho, en primer lugar, fue amoroso para él permitirme conducir su auto. No me estaba castigando. Me estaba protegiendo.

Del mismo modo, nuestro Padre Celestial nos ama y desea protegernos. Muchas veces, la gente puede confundir eso con ser duro y rígido. Pero Dios nos dio Su Palabra para protegernos; no para limitarnos o restringirnos.

Ahora, el mismo hecho de que tú y yo necesitamos ser protegidos implica que vamos a recibir algo de atención negativa. Sin embargo, hay algo importante que debes entender acerca de esta atención negativa que vas a recibir: no va dirigida a ti. Como el Diablo no puede atacar a Dios, viene contra nosotros y nos hace daño para poder herir a Dios. Y la forma en que lo hace es robando la Palabra de Dios a Sus hijos. Marcos 4:15 dice "En seguida viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones."

Esto ha venido sucediendo desde el principio de la creación. En Génesis 2:16–17, Dios ordenó a Adán que no comiera del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, diciendo: " “[El día que] de él comas, ciertamente morirás”. Esa fue la primera vez que Dios sembró Su Palabra en el corazón del hombre. Pero poco después, Satanás le dijo a Eva que la Palabra de Dios sobre el árbol no era cierta. En realidad, él estaba atacando a la Palabra de Dios, no a Eva. Adán y Eva vieron el mandato de Dios de no comer de un sólo árbol en todo el jardín como un castigo en lugar de una protección. Una vez que comprendamos que la Palabra de Dios está destinada a protegernos, dejaremos de ver a Dios como un capataz y empezaremos a verlo como nuestro Padre y protector.

Oración

Padre, gracias por ser un buen Padre, cuya Palabra ofrece protección contra el enemigo. Por favor guarda mi vida mientras me acerco más a Ti a través de la lectura y la obediencia de Tu Palabra. En el nombre de Jesús, amén

Versículo de memoria

El Señor es mi fuerza y mi escudo; mi corazón en él confía; de él recibo ayuda.Salmos 28:7