Dios con nosotrosMuestra

Dios con nosotros Siempre

¿Recuerdas la historia de Dios? La ejemplificamos en el devocional de ayer. Todo el ser de Dios con nosotros. La lectura de ayer terminó en el comienzo de la vida de Jesús en la Tierra. Leímos Mateo 1, la parte de la historia de Navidad cuando el ángel le dijo a José que Jesús sería llamado Emmanuel, Dios con nosotros. Hoy, comenzamos con el último versículo del último capítulo de Mateo, el final del tiempo de Jesús en la Tierra. 

En este punto, Jesús ha pagado de una vez el precio por nuestros pecados, Él ha sido levantado a la vida tres días después, y luego Él ha dedicado unas cuantas semanas con Sus discípulos. Mientras Jesús se preparaba para partir, Él utilizó algunas de Sus últimas palabras para decir, "Estaré con ustedes siempre."

Espera ¿qué? ¿Puedes escuchar el suspiro colectivo de los discípulos? No estoy seguro de lo que estás exponiendo, Jesús. ¿Es este otro truco mental del maestro? Has estado con nosotros aquí en la Tierra unos 30 y algo de años. Estuviste con nosotros, personalmente, los últimos tres. Estuviste muerto por tres días. Gracias a Dios, literalmente, regresaste. Ahora, estás partiendo, ¿pero prometes estar con nosotros siempre?

En Juan capítulo 14, Jesús preparó a Sus discípulos para esta temporada difícil. Jesús es bueno en eso, ¿realmente lo es? Él dio la clave que estaría partiendo y que pediría al Padre que enviara al "abogado" o en el griego: Paraklētos. Esta palabra describe a alguien que permanece a tu lado, te consuela y empodera. El Espíritu Santo. 

Jesús, Emmanuel, Dios con nosotros, literalmente dice que nuestro nuevo abogado no sólo estará con nosotros, sino en nosotros. Es como si en ese momento, Jesús pusiera Su reputación, Su propio nombre dado por Dios, la completa historia del Dios con-nosotros en la línea donde Él nos introdujo al Paraklētos, el Espíritu Santo. En otras palabras, Jesús estaba diciendo, 'Tú has venido para conocer a Dios contigo, pero Yo estoy hablando sobre la llegada del Paraklētos, Dios en ti.’ 

Imagina que Santa baja por la chimenea hasta tu sala, pasa Navidad contigo, entonces le dice a tus hijos que se tiene que ir, pero que que dejará sus regalos, gozo, cariño y magia del Polo Norte por siempre. "Chicos, no tendrán jamás que mandarle correo a Santa con una lista de deseos.” 

Excepto que la historia de Dios es real. A través del Espíritu Santo, el mismo poder que levantó a Jesús de los muertos, no está ahora con nosotros, sino en nosotros, a la par de nosotros—¡nuestra fortaleza, poder, consejo y Confortador siempre! “Nunca tendrás que elevar afligidas oraciones a un Dios distante de nuevo, chicos.”

¿Has escuchado del Espíritu Santo recientemente? ¿Cómo puedes sintonizar a Dios dentro de ti?

Oración: Santo Espíritu, llena mi vida contigo. Con Tu consejo, amor y poder, siempre.