Un Día a La VezMuestra

“Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes” (1 Pedro 5:7 NVI).

La preocupación nace de la incertidumbre: del futuro, de lo que no vemos, de lo que no controlamos. Sin embargo,Jesús nos recuerda que preocuparnos no cambia nada.

La preocupación es, en realidad, querer tomar la responsabilidad que solo le corresponde a Dios. Cuando confiamos en Él, creemos que tiene el control de nuestro futuro, nuestra salud, nuestra familia y nuestras decisiones. Esa confianza desplaza la ansiedad.

El joven rico rechazó seguir a Jesús porque se preocupó más por sus bienes que por obedecerle. Pedro, al caminar sobre el agua, comenzó a hundirse cuando puso su atención en el viento y las olas, pero recuperó seguridad cuando miró a Jesús.

Apagar la preocupación es hacer de Jesús el protagonista de nuestra historia, no nuestros miedos. Hoy, vive un día a la vez y deja que Él se encargue del mañana.

Reto del día
Cada vez que un pensamiento de preocupación venga a tu mente hoy, di en voz alta: “Confío en Ti, Señor”. Escríbelo en un papel y tenlo a la vista como recordatorio durante el día.

Oración
Señor, apago la preocupación y enciendo mi confianza en Ti. Ayúdame a dejar en tus manos lo que no puedo controlar y a vivir en fe, un día a la vez. Amén.