Aún No Has TerminadoMuestra

Tan seguro como la siembra y la cosecha
¿Tienes un sueño? ¿Una idea? ¿Un anhelo de hacer algo que no desaparece y sabes que Dios ha puesto en tu corazón? Cuando Dios nos da un sueño, está llamando a lo que Él depositó dentro de nosotros antes de que naciéramos. Estamos llenos de potencial para cumplir Sus planes y propósitos en nuestra vida. Sin embargo, depende de nosotros regar la semilla de ese potencial, cuidar el terreno de nuestro corazón y desarrollar todo lo que Dios ha colocado en nuestro interior.
Piénsalo de esta manera: Dios dio a los árboles la capacidad de reproducirse a través de su semilla. Si alguna vez has desarmado una piña, verás pequeñas semillas, cada una con un “ala” adherida. Esto permite que el viento atrape la semilla y la lleve a donde pueda caer al suelo y comenzar a echar raíces. En el terreno adecuado, en el ambiente correcto, esa semilla germinará y crecerá hasta convertirse en un árbol completamente desarrollado. El árbol ya estaba dentro de la semilla, pero nadie podía verlo hasta que se plantó en el suelo correcto y fue nutrido por la lluvia y el sol.
De manera similar, las semillas en nuestro corazón —los sueños, ideas, planes y propósitos de Dios— crecen a medida que las regamos con fe. Las semillas crecen mientras cuidamos el terreno de nuestro corazón, alimentándolas con la Palabra de Dios y aplicándola en nuestra vida, convirtiendo así nuestro corazón en buena tierra.
Los planes y propósitos de Dios para nuestra vida crecen mientras caminamos con Él, desarrollamos resistencia y permanecemos fieles hasta completarlos. Así es como damos a luz los sueños y las ideas que Dios nos da. El potencial siempre está presente, pero permanece en forma de semilla hasta que hacemos lo necesario para que crezca.
Dios quiere que crezcamos hasta llegar a donde Él nos lleva. El desafío es que esto va en contra de la cultura actual. Es mucho más fácil optar por lo instantáneo, por lo que podemos capturar y subir al momento, por lo que podemos pedir y recibir el mismo día, pero así no funcionan los caminos de Dios. Sus caminos no son instantáneos. Dios trabaja a lo largo del tiempo. Con una semilla que necesita ser nutrida.
¿Eres consciente de los planes de Dios para tu vida? ¿Sientes algún potencial sin explotar que yace dormido dentro de ti? El potencial es la diferencia entre lo que es real y lo que es posible. Es la habilidad no expuesta, la fuerza reservada, el éxito no realizado, los dones latentes y los talentos ocultos esperando ser desarrollados. Es la persona que aún estás por ser. Es a donde puedes ir pero aún no has estado. Es todo lo que puedes hacer pero aún no has hecho. Es hasta donde puedes llegar pero aún no has apuntado.
No necesitas conocer todos los planes y propósitos de Dios para ti, ya que la mayoría se desarrollan con el tiempo, pero ¿conoces al menos uno de ellos? Comienza a cuidar esa semilla hoy y observa cómo empieza a crecer. Es tan seguro como la siembra y la cosecha.
Oración
Padre celestial, por favor, ayúdame a cuidar las semillas de potencial que has colocado en mí. Quiero crecer hacia donde Tú quieres que vaya. En el nombre de Jesús, amén.
Acerca de este Plan

¿Tienes lo que se necesita para llegar lejos? ¿Para caminar en tu propósito a largo plazo? La mitad de cualquier esfuerzo —ya sea en tu carrera, relaciones, ministerio o salud— es a menudo cuando nuestra resiliencia y perseverancia flaquean, porque esos momentos intermedios suelen ser caóticos y difíciles. En este plan de 5 días, Christine Caine nos recuerda que podemos llegar lejos, no porque tengamos la fuerza, sino porque Dios la tiene.
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