Información del plan
Una Vida FructíferaMuestra
Obtener la app
¿Alguna vez has escuchado la expresión “Tiene la paciencia de Job”?
La vida de Job estuvo marcada por pérdidas y sufrimientos tremendos. Es la única vez en las Escrituras donde se le concedió al diablo un permiso especial para probar a alguien, ¡y así lo hizo!
Imagínate que los mensajeros llegan uno tras otro con una mala noticia. Has vivido tu vida de una manera piadosa. Has sido un ejemplo del favor y las bendiciones de Dios, y de un momento a otro, todo desaparece.
¿Cómo reaccionarías? Aquí es donde se pone a prueba la paciencia.
La palabra griega para paciencia es hupomone, significa perseverancia alegre.
¡Creí que yo era paciente hasta que leí eso!
¿Quieres decir que tengo que aguantar alegremente? ¡Sí!
¡Eso puede parecer una tarea difícil, y la verdad es que lo es!
La paciencia es un fruto del Espíritu. Gálatas 5:22 usa la palabra longanimidad, pero significa paciencia. La paciencia que necesitamos no proviene de nuestra propia capacidad, sino que proviene de la investidura del Espíritu Santo. Él nos da lo que necesitamos para poder soportarlo todo con alegría.
Hebreos 10:36 declara que necesitamos paciencia para recibir las promesas de Dios.
¿Cómo desarrollamos esta paciencia?
Romanos 5 nos dice que el sufrimiento produce paciencia. El Señor permite que el sufrimiento forme paciencia dentro de nosotros. Continúa diciendo que la paciencia produce entereza de carácter que nos lleva a la esperanza. ¿No es así como obra el Señor? Comenzamos en el sufrimiento y terminamos en la esperanza, pero solo llegamos allí a través de la paciencia.
Es cierto que la paciencia es una virtud. La paciencia se forma a medida que aprendemos a esperar en Dios, a permanecer firmes en sus promesas, a confiar en su naturaleza y a creer en su palabra.
Ora conmigo: “Padre Celestial, admito que a veces me quedo corto al ser un modelo de paciencia. Entiendo que se puede confiar en ti y que siempre cumples tu Palabra. Ayúdame a perseverar con alegría mientras camino por la vida. Ayúdame a ser paciente con los que me rodean, paciente contigo y paciente conmigo mismo. Sé que es un fruto que viene de mi relación con tu Espíritu, por eso te pido que sea evidente en mi vida. En el nombre de Jesús, amén”.
- Joshua Fontaine, VP de Ventas
Acerca de este Plan
El fruto del Espíritu solo se puede encontrar cuando estamos caminando en el Espíritu. Este Plan te ayudará a profundizar en el fruto del Espíritu y detallará cómo nosotros, como creyentes, podemos disfrutar de este frut...
More
