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No seas piedra de tropiezo

Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. – Rom 14:14

¿Cómo reaccionamos cuando nos topamos con una personas cuyos escrúpulos nos parecen ridículos? Puede que ellos piensen que ver pelis está mal, o que escuchar música secular es malo, o que beber alcohol es incorrecto. ¿Nos burlamos de esa persona, o discutimos con esa persona, o ponemos presión sobre esa persona para que vaya en contra de esas convicciones y haga lo que a nosotros nos parece correcto? Una amiga abstemia me dijo una vez que sus amigos cristianos se burlaron más de ella que sus otros amigos.

¿Por qué presionamos a las personas a ir en contra de sus convicciones? Puede que pensemos que las estamos liberando de restricciones sin sentido. Pero mientras puede que para nosotros esté perfectamente bien hacer estas actividades que a ellos les molestan, Pablo dice que les hacemos daño cuando los presionamos para que hagan lo mismo que nosotros. De hecho, él dice que estamos destruyendo la obra de Dios en sus vidas (Rom 14:20).

Pero ¿cómo es que algo está bien para una persona pero está mal para otra? Eso es porque el cristianismo no es un montón de reglas que hay que seguir, sino una relación con Cristo que nos lleva a buscar agradarlo a Él sobre todas las cosas. Y si pensamos, correcta o incorrectamente, que algo no le agrada a Él y de todas maneras lo hacemos, eso es un pecado porque en ese momento estamos actuando para complacer a alguien más. 

Probablemente es más importante que seamos fieles a nuestras convicciones que si nuestras convicciones son o no correctas. No debemos hacer las cosas simplemente porque otros las hacen, ni forzar a otros a hacer las cosas simplemente porque a nosotros nos agradan (Dave Tomlinson, “The Post Evangelical”). 

Así que necesitamos distinguir entre los mandamientos dados por Dios y nuestras opiniones. Los mandamientos que Dios nos ha dado deben ser obedecidos por todos. Pero no debemos imponer nuestras opiniones sobre lo que es o no es aceptable. Cada uno de nosotros debe vivir su vida como creamos que agrada a Dios porque todo lo que no proviene de la fe es pecado (Rom 14:23).

¿Cómo reaccionas a las obsesiones de otros?