El amor permanece - Semana SantaMuestra

Luego de que una pareja se compromete, una de las primeras cosas que la gente espera conocer o ver es el anillo. Un símbolo de promesa y afecto: un símbolo de amor. A menudo, este símbolo tiene un gran costo para el que lo da, quizá meses de sacrificio: decir que no a una película con amigos, a la comodidad de la comida para llevar o incluso a compras impulsivas en la tienda. Y pese a que el sacrificio puede no ser fácil, lo vale cuando el momento llega, se hace la pregunta y la respuesta es sí. 

La tarde antes de que Jesús fuera traicionado, una mujer llega a la casa que él visitaba. Ella trae consigo un alabastro lleno de perfume. Y en vez de dejar la vasija sobre la mesa, hace algo inesperado. Lo derrama por completo sobre los pies de Jesús. 

Indignados, los discípulos gritan: "¡Qué desperdicio! ¡Podrías haberlo vendido y con eso ayudar a los pobres!". Y estaban equivocados. Aún así, la mujer no lo había traído como regalo para dar a otro. Lo había traído como regalo a Jesús, para demostrarle su amor, y no le importó el costo. 

¿Qué hay de ti? ¿De qué maneras has experimentado un amor sacrificado? ¿De qué maneras lo has dado?

Lee Mateo 26:6-19 nuevamente y pregúntate ¿qué te está diciendo Dios en esta temporada?