El Regreso: No es demasiado tarde y no estás tan lejosMuestra

El paraíso en un basurero
Los historiadores y arqueólogos nos dicen que la pequeña sección de tierra llamada Gólgota, donde Jesús fue crucificado, era realmente un botadero. ¿Alguna vez has visto de cerca un botadero? Las moscas vuelan alrededor. Un mal olor en el aire. Por doquiera que ves hay pila tras pila de basura apestosa y descompuesta. Y el Gólgota era de la peor clase de botadero primitivo y barbárico posible.
Cuando los Romanos estaba crucificando criminales, con frecuencia no había alguien alrededor para reclamar los cuerpos. De forma que los soldados removían los cuerpos de los postes y lanzaban los cadáveres a la pila de basura. Entonces los perros callejeros y otros animales ferales se comían la carne de los huesos. Ese es el lugar donde Jesús fue crucificado--la peor clase de botadero de basura imaginable.
El hecho que Jesús le dijera al ladrón en la cruz que estaría con Jesús en el paraíso es altamente significativo. Veras, en ese día, el paraíso vino a un botadero. El paraíso estaba conectado a un botadero de basura, y esa conexión fue Jesús.
Podemos estar viviendo en un basurero hoy, pero el paraíso aún nos puede encontrar. Nuestras vidas pueden ser increíblemente desordenadas y las moscas pueden zumbar alrededor nuestro. Siempre hay esperanza. Dios es el Dios del gran regreso.
¿Cómo comienza el gran regreso? Salta desde la simple fe de un corazón que cree lo suficiente para orar una básica plegaria: Jesús, por favor recuérdame. Esa oración sólo requiere una respiración, justo lo suficiente para cambiar la dirección de nuestra eternidad. Dios ubicó al criminal en la proximidad de Jesús porque Dios quería dejarnos saber que no necesitamos estar arriba y poderosos para obtener el cielo. No somos tan bendecidos por Dios porque seamos mejores que cualquier otro. Tenemos el cielo debido a una simple oración de fe.
En esa oración reconocemos que no tenemos nada que ofrecer a Dios. Venimos a Jesús como despojados en nuestro dolor y desespero como un ladrón clavado en una cruz. Vemos a Jesús en la cruz al lado de nosotros y decimos, "Tú eres Dios. Tú eres inocente de crímenes. Podrías bajar de la cruz si quisieras, pero estás ahí por escogencia, por un propósito. ¿Te acordarías de mí?"
Algunas veces las personas ponen más palabras sobre esa oración—y está bien. Deberías comprender más acerca de asuntos espirituales lo que hizo el ladrón. Pero tú sabes mucho menos, eso está bien, también. Si todo lo que sabes es que Jesús era inocente, crucificado por cosas que él no hizo sino cosas que tuviste parte al hacer, y si crees que Jesús podía bajar de esa cruz si así lo quería pero permaneció ahí por una razón, y sólo quieres que Jesús te recuerde, entonces tu oración es escuchada.
Dios escuchará tu simple oración y traerá el paraíso a las situaciones y vidas más desordenadas. Jesús no está preocupado de la oscuridad. Él no aparta el hedor de los viejos huesos podridos. Él no está preocupado de unas cuantas moscas. Jesús traerá el paraíso aun al botadero de basura.
Responde
La historia del ladrón en la cruz nos muestra que Jesús no estaba cerca de aquellos cuyas vidas estaban "perfectamente" unidas. ¿Qué esperanza te da esto hoy?
¿De qué formas el ladrón que le pidió a Jesús misericordia nos muestra que comprendía la gravedad de su situación? ¿De qué formas también tú has pedido a Dios que te recuerde?
¿Qué te dice esta historia acerca de la extensión de la misericordia de Dios? ¿Qué te dice a ti sobre estar "desde hace mucho alejado" para experimentar un regreso?
Escritura
Acerca de este Plan

Este plan de lectura incluye siete devocionales diarios basados en el libro de Louie Giglio, El Regreso: No es demasiado tarde y no estás tan lejos. Cada lectura presenta ejemplos de hombres y mujeres en la Escritura para mostrar como Dios está en el negocio de darles nuevos inicios a gente que necesita un regreso.
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