Devocional de Andrew MurrayMuestra

FE

Aquí Tenemos aquí una lección de gran importancia. Cuando estamos solos en el aposento interior, debemos enviar nuestras peticiones, confiando implícitamente en el amor de Dios y en el poder del Señor Jesús. Tóma un momento para pregunte: ¿Está mi corazón lleno de una fe grande y firme en el amor de Dios? Si no es el caso, no comiences a orar aún. La fe no viene por sí misma.

Considera en silencio lo imposible que es para Dios mentir. Él está listo con amor infinito para bendicirte. (Véase Salmo 29:11.) Tomemos algún pasaje de las Escrituras en el que se revelan el poder, la fidelidad y el amor de Dios. Toma las palabras y di: "Sí, Señor, oraré con una fe firme en Ti y en Tu gran amor".

Es un error limitar la palabra fe para el perdón de pecados y de nuestra aceptación como hijos de Dios. La fe abarca mucho más que esto. Debemos tener fe en todo lo que Dios está dispuesto a hacer por nosotros. Debemos tener fe cada día de acuerdo a nuestras necesidades. Dios es tan infinitamente grande y poderoso, y Cristo tiene tanta gracia para cada nuevo día, que nuestra fe debe renovarse cada día de acuerdo con la necesidad diaria.

Cuando entres en la cámara interior, incluso antes de comenzar a orar, pregúntate: ¿Realmente creo que Dios está aquí conmigo y que el Señor Jesús me ayudará a orar? ¿Creo podría esperar pasar un tiempo bendecido en comunión con mi Dios?

Jesús a menudo enseñaba a sus discípulos cuán indispensable era la fe para la verdadera oración. Él también te enseñará esta lección. Permanece en comunión con Él y pídele que fortalezca tu fe en Su inmeso poder. Cristo nos dice a ti y a mí, como le dijo Marta, No te dije que, si crees, ¿verías la gloria de Dios?" (Juan 11:40).