Devocional de Andrew MurrayMuestra

Porque el Señor Jesús era una persona, Él tenía su propio nombre individual. Su madre, Sus discípulos y todos Sus amigos lo llamaron por este nombre, Jesús. Pero probablemente pensaron poco en lo que significaba ese nombre. Y la mayoría de los cristianos de hoy apenas saben qué tesoro contiene ese nombre, Jesús: "Él salvará a su pueblo de sus pecados".

Muchos piensan en Su muerte en la cruz o de Su obra en el cielo como nuestro Intercesor, pero no se dan cuenta de que Jesús es una persona que vive en el cielo que piensa en nosotros cada día y anhela revelarse. Él desea que le traigamos nuestro amor y adoración cada día.

Los cristianos le oran a Cristo para que los salve de sus pecados, pero saben muy poco cómo se hace la obra bendita. Cristo se revela ante nosotros, y a través del poder de Su amor, el amor del pecado es expulsado. Es a través de la comunión personal con Él que Jesús nos salva de nuestros pecados. Debes venir como individuo, con tu corazón y todo el pecado que contiene, a Jesús como un Salvador todopoderoso en quien mora la santidad de Dios. Y a medida que Él y yo comulguemos juntos en la expresión del amor y el deseo mutuos, por la obra de Su Espíritu Santo en mi corazón, Su amor expulsará y conquistará todo el pecado.

Oh cristiano, encontrarás el secreto de la felicidad y la santidad en la comunión con Jesús cada día. Tu corazón anhelará la hora de oración como la mejor hora del día. A medida que aprendas a tomarte el tiempo para estar a solas con Él cada día, experimentarás Su presencia, lo que te permitirá amarlo, servirle y caminar en Sus caminos durante todo el día. A través de esta comunión ininterrumpida, aprenderás el secreto del poder de una vida verdaderamente piadosa