No Abandonado: Encontrando Libertad como Hijos e Hijas de un Padre PerfectoMuestra

Día 2

¿En qué piensas cuando piensas en Dios?

El teólogo A. W. Tozer dijo célebremente que nuestra respuesta a esta pregunta es lo más importante sobre nosotros. Entonces, ¿en qué piensas cuando piensas en Dios?

Algunos de nosotros pensamos que Dios está allí, pero que realmente no está involucrado en nuestras vidas. Él creó la tierra, la puso en funcionamiento, y después se sentó a verla funcionar sola.

Otros creen que Dios es un buen tipo que quiere que todos seamos buenos y que tengamos buenas vidas, pero está un poco sordo, inalcanzable y básicamente demasiado débil para hacer nada substancial

Y otras personas piensan que Dios es un dictador despiadado, un aguafiestas cósmico que existe únicamente para decirnos lo que no podemos hacer.

Estas, y muchas otras imágenes de Dios, son comunes pero erróneas. Ves, Dios no es tu mayordomo cósmico en el cielo, tu abuelo un poco sordo, o una fuerza nebulosa lejana. Él es nuestro Padre. A lo largo de las Escrituras Dios se relaciona con nosotros primariamente como Padre. El mismo Jesus, en los cuatro Evangelios —Mateo, Marcos, Lucas y Juan— se refiere a Dios como Padre 189 veces. Claramente, es vital que veamos y que nos relacionemos con Dios de esta forma.

Pero eso nos plantea una segunda pregunta: ¿En qué piensas cuando piensas en Padre?

Nuestras experiencias, buenas o malas, con nuestros padres terrenales determinan grandemente cómo contestamos a esta pregunta. Por esto, "Padre" puede no parecer un mejor título que "aguafiestas cósmico", "abuelo sordo" o "fuerza nebulosa". Pero, independientemente de nuestras experiencias con nuestros padres terrenales, todos hemos experimentado el anhelo por un padre perfecto.

Piensa sobre este anhelo. ¿Cómo querías siempre que fuera tu padre?

Estas son las noticias más maravillosas y liberadoras para ti y para mí hoy: Dios es el Padre Perfecto. Él no es solo la versión más grande de tu padre terrenal, Él es el Padre perfecto. Él es la respuesta a cada anhelo de aceptación, aprobación, apoyo y amor de padre que hayas podido experimentar.

Esto significa que cada uno de nosotros, no importa como de maravilloso, ausente, abusivo o distante fuera, o es, nuestro padre terrenal, tenemos la oportunidad de vivir como amados hijos e hijas de un Padre perfecto. Ver a Dios de esta forma tiene el poder de transformar nuestra relación con Él, y con nuestros padres terrenales.