Devocional diario de Rick WarrenMuestra

Dios sonríe cuando obedecemos

Si Dios te pidiese que construyeras un barco gigante, ¿no crees que tendrías algunas preguntas, objeciones, y reservas? Noé no las tuvo. Obedeció a Dios de todo corazón y construyó un barco gigante cuando el mundo nunca había visto llover.

La obediencia significa hacer todo lo que Dios pide sin reservas ni vacilaciones. No pospones y dices: "Oraré por eso". Lo haces sin demora. Todo padre sabe que la obediencia tardía es en realidad desobediencia.

A menudo tratamos de ofrecer a Dios una obediencia parcial. Queremos escoger y elegir los mandamientos que obedecemos. Hacemos una lista de aquellos que nos agradan y a los cuales nos gusta obedecer mientras ignoramos aquellos que pensamos que no son razonables, difíciles, caros, o impopulares. "Iré a la iglesia pero no diezmaré". "Leeré la Biblia pero no perdonaré a esa persona que me lastimó". Sin embargo, la obediencia parcial es desobediencia.

La obediencia de todo corazón es realizada alegremente con entusiasmo. La Biblia dice:"Servid al Señor con alegría; venid ante Él con cánticos de júbilo" (Salmo 100:2 LBLA). Esta es la actitud de David: "Enséñame, oh Señor, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin" (Salmo 119:33 LBLA).

Santiago, hablando a los cristianos, dijo: "Como pueden ver, a una persona se la declara justa por las obras, y no solo por la fe" (Santiago 2:24 NVI). La Palabra de Dios es clara en que no puedes ganarte la salvación. Viene solamente por la gracia, no por tu esfuerzo. Pero como hijo de Dios puedes complacer a tu Padre Celestial mediante la obediencia.