Devocional diario de Rick WarrenMuestra

La rendición es el corazón de la adoración
Rendirse es una palabra impopular tan desagradable como la palabra sumisión. Implica perder y nadie quiere ser un perdedor.
La rendición evoca las imágenes desagradables de admitir la derrota en una batalla, perder un juego o ceder ante un oponente más fuerte. La palabra se utiliza casi siempre en un contexto negativo.
En nuestro mundo competitivo se nos enseña a no dejar nunca de intentarlo a no rendirnos y a no ceder por lo que no se habla mucho de rendirse. Si ganar lo es todo, rendirse es impensable.
Sin embargo, la Biblia nos enseña que, en lugar de intentar ganar, triunfar, vencer y conquistar debemos ceder, someternos, obedecer y rendirnos.
Y al rendirnos a Dios, entramos en el corazón de la adoración. Esta es la verdadera adoración: complacer a Dios mientras nos entregamos completamente a Él.
La mejor forma de rendirse es mediante la obediencia, cooperando con tu Creador. Diciendo "Sí, Señor" a todo lo que te pide.
Dios no es un cruel tirano ni un matón que utiliza la fuerza bruta para obligarnos a someternos. No intenta quebrar nuestra voluntad, sino que nos atrae hacia Sí, para que se la ofrezcamos libremente. Dios es un liberador y nos ama, y si nos entregamos a Él esta entrega nos trae libertad, no esclavitud.
Cuando nos entregamos completamente a Jesús, descubrimos que no es un tirano, sino un Salvador; no un jefe, sino un hermano; no un dictador, sino un amigo.
Rendirse es una palabra impopular tan desagradable como la palabra sumisión. Implica perder y nadie quiere ser un perdedor.
La rendición evoca las imágenes desagradables de admitir la derrota en una batalla, perder un juego o ceder ante un oponente más fuerte. La palabra se utiliza casi siempre en un contexto negativo.
En nuestro mundo competitivo se nos enseña a no dejar nunca de intentarlo a no rendirnos y a no ceder por lo que no se habla mucho de rendirse. Si ganar lo es todo, rendirse es impensable.
Sin embargo, la Biblia nos enseña que, en lugar de intentar ganar, triunfar, vencer y conquistar debemos ceder, someternos, obedecer y rendirnos.
Y al rendirnos a Dios, entramos en el corazón de la adoración. Esta es la verdadera adoración: complacer a Dios mientras nos entregamos completamente a Él.
La mejor forma de rendirse es mediante la obediencia, cooperando con tu Creador. Diciendo "Sí, Señor" a todo lo que te pide.
Dios no es un cruel tirano ni un matón que utiliza la fuerza bruta para obligarnos a someternos. No intenta quebrar nuestra voluntad, sino que nos atrae hacia Sí, para que se la ofrezcamos libremente. Dios es un liberador y nos ama, y si nos entregamos a Él esta entrega nos trae libertad, no esclavitud.
Cuando nos entregamos completamente a Jesús, descubrimos que no es un tirano, sino un Salvador; no un jefe, sino un hermano; no un dictador, sino un amigo.
Escritura
Acerca de este Plan

¿Sabes para qué te creó Dios? ¿Conoces el destino de Dios para tu vida? Si no sabes las respuestas a estas preguntas, entonces puedes ir a la deriva durante los próximos diez años de tu vida sólo viviendo, en lugar de vivir una Década del Destino en la que seas capaz de hacer lo que Dios te llama a hacer. Estos devocionales de Rick Warren te ayudarán a llegar a donde Dios quiere que vayas espiritual, financiera, emocional, relacional y físicamente. Ofrecen pasos prácticos para alcanzar las metas que Dios tiene para ti mientras sigues a Jesús en tu destino.
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Nos gustaría agradecer a Rick Warren por poner a disposición estos devocionales. Para más información sobre Rick Warren y Saddleback Church, visita: www.saddlebackresources.com