Devocional diario de Rick WarrenMuestra

El mal temperamento es contagioso

La ira, ¿es contagiosa? ¡Si! ¿Puedes contagiarte de la rabia de otra persona? ¿Has estado alguna vez en una situación en la que alguien se enfada y tú también? ¿Qué está pasando? Hay una transferencia de energía que se contagia.

Si realmente quieres cambiar ese estilo de vida en el que manejas inadecuadamente la ira, entonces debes de comenzar a ver a otras personas que sepan cómo manejar su ira. Ese es uno de los beneficios de la iglesia. Por eso creo que unirse a la familia de la iglesia e involucrarse en un grupo pequeño trae valores positivos.

La forma en que expresamos nuestra ira es aprendida, puesto que es aprendida se puede desaprender. Padres: cada vez que explotan y dejan la calma les están dando un mal ejemplo sobre cómo manejar la ira a sus hijos. Ellos están aprendiendo y nosotros enseñándoles.

Deberíamos orar: "Querido Dios, estoy decidido a controlar mi ira. Hoy, con Tu ayuda, voy a controlar mi temperamento. He caído pero hago un compromiso nuevo Contigo. Ayúdame a darme cuenta del costo de mi ira: provoca discusiones, errores y todo tipo de tonterías y me mete en todo tipo de problemas".

"Padre, ayúdame a reflexionar antes de reaccionar, a tener sabiduría y preguntarme "¿Por qué estoy airado? ¿Qué es lo que realmente quiero? ¿Cómo puedo obtenerlo?". Ayúdame a ver las causas detrás de mi ira. Ayúdame a liberarme apropiadamente de mi ira y a no expresarlo violentamente, gritando y pataleando o guardando algún rencor. Ayúdame a confesar y admitir mi pecado. Amén".