Devocional diario de Rick WarrenMuestra

No te compares ni te conformes

Hay dos razones por las que nunca debes comparar tu forma, ministerio o los resultados de su ministerio con los de nadie más.

Primero, siempre puedes encontrar a alguien que parezca estar haciendo un mejor trabajo que tú y te desanimará. O siempre podrás encontrar a alguien que no parezca tan eficaz como tú y te sentirás orgulloso.

Cualquiera de las dos actitudes te dejará fuera de servicio y robará tu trabajo.

Pablo dijo que es una tontería compararnos con los demás. Dijo: "No nos atrevemos a igualarnos ni a compararnos con algunos que tanto se recomiendan a sí mismos. Al medirse con su propia medida y compararse unos con otros, no saben lo que hacen" (2 Corintios 10:12 NVI).

Pablo a menudo tuvo que lidiar con críticos que malinterpretaron y difamaron su servicio. Su respuesta fue siempre la misma: evita las comparaciones, resiste las exageraciones y busca sólo el elogio de Dios.

Una de las razones por las que Dios usó tanto a Pablo fue que se negó a dejarse distraer por las críticas, al comparar su ministerio con el de otros o al verse arrastrado a debates infructuosos sobre su ministerio. John Bunyan, autor de "El Progreso del Peregrino", dijo: "Si mi vida es infructuosa, no importa quién me alabe, y si mi vida es fructífera, no importa quién me critique".